Bruselas (EuroEFE).- Los Estados de la Unión Europea (UE) aprobaron este martes la última revisión del plan de recuperación español, que modifica sobre todo compromisos del quinto pago, lo que abre la puerta a que la Comisión Europea apruebe este desembolso una vez termine la evaluación del mismo.
El Gobierno había remitido a mediados de marzo los cambios al Ejecutivo comunitario, que aprobó el pasado 11 de abril pero no podía desbloquear el quinto pago hasta que los Veintisiete hubiesen dado también luz verde.
El desembolso ascendería a 23.900 millones (8.000 millones en subvenciones y 15.900 millones en créditos) si Bruselas considera que efectivamente España ha completado los hitos y objetivos que condicionan la transferencia, entre los que sigue figurando el aumento de los impuestos al diésel.
La revisión aprobada por los Estados especifica que España solicitó modificar un total de 12 medidas para, entre otras cosas, reducir la carga istrativa y eliminar elementos de procedimiento innecesarios, según explicó en un comunicado el Consejo, institución que representa a los países.
Las medidas modificadas abordan temas diversos como las infraestructuras de tratamiento de aguas y aguas residuales mejoradas, la interconexión de las plataformas nacionales de contratación o las plataformas interoperables para intercambiar datos sobre Seguridad Social y salud.
También se modifican acciones para emprendedores y pymes apoyadas por el Programa de Apoyo al Emprendimiento Industrial, la aprobación de proyectos de I+D vinculados a las transiciones ecológica y digital o las becas y subvenciones para estudiantes de postdoctorado, profesores ayudantes e investigadores.
Además, se retrasa al cuatro trimestre de este año el cumplimiento de un hito relacionado con la ejecución de proyectos de economía social que España no ve realista completar debido a las «grandes inundaciones» en el país durante los últimos meses.

Se mantiene el aumento al impuesto del diésel
No se modifica, y por tanto sigue constando y siendo parte del quinto pago, el hito relacionado con el aumento de los impuestos al diésel, que prevé una reforma en los «ámbitos de la fiscalidad medioambiental, de las empresas, del patrimonio, de la salud y el impuesto sobre la renta de las personas físicas sobre la renta del capital, que incluirán, entre otras cosas, la entrada en vigor de los aumentos del impuesto sobre el gasóleo».
Todas estas medidas deberán conducir a un aumento «permanente» de los ingresos de, «al menos», el 0,3 % del PIB, que equivale a unos 4.500 millones de euros, según la redacción del plan de recuperación.
Pesa a que la subida del impuesto al diésel aún no ha sido aprobada, ello no condicionaría la llegada del conjunto de los 23.900 millones de euros que forman parte del desembolso y su incumplimiento solo supondría el descuento de una parte de esta cantidad que tendría que cifrar la Comisión Europea.
En este sentido, fuentes del ministerio de Economía explicaron la semana pasada que están en diálogo «constante» con el Ejecutivo comunitario «para facilitar la evaluación de los hitos y objetivos» que son «muy extensos y complejos», por lo que todavía no hay una fecha exacta para el pago o información sobre qué implicará en concreto.
El Consejo también dio el visto bueno a revisiones de los planes de recuperación de Países Bajos, Portugal y Eslovaquia, cuyas modificaciones «no afectan a la relevancia, efectividad, eficiencia y coherencia» de los mismos, indicó en un comunicado.