El europeísta Nicusor Dan, alcalde de Bucarest, celebra su victoria en las elecciones presidenciales del domingo en Rumanía. EFE/EPA/BOGDAN CRISTEL

Crisis institucional, déficit y polarización: los desafíos del próximo líder de Rumanía

Por Alexandra Spanu y Luis Lidón |

Bucarest (EuroEFE).- El presidente electo de Rumanía, el europeísta Nicusor Dan, tiene sobre la mesa varios desafíos urgentes, como la formación de un nuevo gobierno, enderezar la economía sin ahondar en el malestar social y luchar contra una creciente polarización.

Dan ganó en las elecciones del domingo con el 53,6 % de los votos frente al ultranacionalista George Simion, en unos comicios empañados por la desinformación en internet, en parte desde el extranjero, y por ataques agresivos y una enorme polarización entre europeístas y nacionalistas, según la misión de observación de la OSCE.

El presidente electo, actual alcalde de Bucarest, comenzó este mismo lunes a sondear de forma informal a los partidos para formar un nuevo Ejecutivo en el país de 19 millones de habitantes, que pertenece tanto a la Unión Europea (UE) como a la OTAN.

Rumanía llegó a las elecciones con un presidente y un gobierno interinos, en una crisis institucional desatada después de la anulación de la primera vuelta presidencial el pasado noviembre por indicios de injerencia rusa y de financiación irregular en la campaña del vencedor, el prorruso Calin Georgescu.

El país lleva más de dos semanas con un primer ministro interino, tras la renuncia del socialdemócrata Marcel Ciolacu -debido a que su candidato no llegó a la segunda vuelta, hace dos semanas, en el nuevo proceso electoral- y con un clima de gran polarización.

El presidente rumano participa en las cumbres del Consejo Europeo, nombra al primer ministro y al fiscal general, y tiene influencia directa sobre los servicios de inteligencia y las Fuerzas Armadas.

«Como prioridad, el nuevo presidente debe construir moralmente una mayoría política que apoye a un gobierno y, por lo tanto, llegar a un amplio consenso político. Y también debe ayudar a los rumanos a superar esta difícil división en la sociedad«, explica a EFE el analista Radu Delicote.

Una coalición amplia y europeísta

Dan, que no pertenece a ningún partido, dijo que negociará una mayoría europeísta que garantice estabilidad parlamentaria, y su candidato favorito como primer ministro es el conservador Ilie Bolojan, todavía presidente interino.

Ese nombramiento dependerá de las negociaciones con el Partido Social Demócrata (PSD), que aún no ha definido si apoyará o no una coalición impulsada por Dan.

El presidente electo quiere construir una amplia mayoría que incluya al PSD, al conservador Partido Nacional Liberal (PNL) y a la formación de la minoría húngara, UDMR, que forman actualmente el tripartito en el poder, además de la liberal USR.

Esta fórmula permitiría una amplia base legislativa para aprobar reformas y garantizar la estabilidad.

Sin embargo, la inclusión del PSD, que no apoyó a ningún candidato en la segunda vuelta, podría condicionar el reparto de poder, ya que los socialdemócratas podrían reclamar el cargo de jefe del Gobierno como condición para sumarse a la coalición.

Desconfianza institucional

El segundo gran reto es recuperar la confianza en las instituciones, después de que los comicios presidenciales tuvieran que repetirse tras la anulación del proceso electoral de noviembre por el Tribunal Constitucional.

Las campañas de desinformación, la retórica agresiva de Simion, que calificó la anulación y la inhabilitación de Georgescu como un «golpe de Estado» y las dudas sobre el sistema electoral generaron un clima de desconfianza que ahora Dan debe disipar.

Dan, un político discreto y de carácter reservado, deberá tener un liderazgo más visible y superar sus problemas de comunicación pública para tener éxito, según coinciden los expertos.

El país balcánico tiene un nivel de polarización social inédito y el voto a Dan fue, en gran medida, una reacción contra el extremismo de Simion, pero también un rechazo al rumbo político, ya que el matemático de 55 años es el primer presidente independiente en la historia del país.

La sociedad está dividida entre una mayoría europeísta, movilizada por el miedo al autoritarismo y a una posible cercanía con Moscú, y una base nacionalista y rural descontenta con la clase política tradicional que forman PSD y PNL.

Dan, como presidente, tendrá que tender puentes entre estos sectores sin alimentar las posiciones más extremistas.

«Simion perdió, pero también logró un electorado extremadamente activo, al menos por el momento. Y Simion intentará mantener a la sociedad dividida. La misión más difícil para Dan será unirnos. Está claro que tenemos dos Rumanías», dice a EFE el analista político Radu Turcescu.

Un déficit preocupante

En el plano económico, Rumanía cerró 2024 con un déficit superior al 9 %, el mayor de toda la UE. Aunque el Gobierno ha prometido reducirlo al 7 % este año, el desafío es tratar de bajar los números rojos sin crear más malestar social.

Las agencias de calificación ya han advertido que podrían rebajar la nota soberana del país a nivel de ‘bono basura‘ si no se aplican medidas de consolidación fiscal.

La Comisión Europea expresó también su preocupación por el lento progreso de Rumanía en las reformas para acceder a tramos adicionales de los fondos de resiliencia y advirtió que incluso se podría perder el dinero asignado.

Las claves de la victoria de Dan: jóvenes y clase media

Una persona sujeta un póster de Nicusor Dan este domingo en Bucarest. EFE/EPA/ROBERT GHEMENT

Dan ganó las elecciones con el 53,6 % de los votos y una ventaja de más de 800.000 votos frente a Simion, gracias a una participación 12 puntos porcentuales más alta (65 %) que hace dos semanas y que sacó de la abstención a unos dos millones de votantes.

Gran parte de esa movilización se debió al voto joven urbano, que temía que las políticas de Simion pudieran aislar al país en la UE y que salió a celebrar la victoria con banderas de la Unión y coreando gritos de ‘Europa, Europa’.

El 56 % de los rumanos confía en la UE, según datos del Eurobarómetro, y las encuestas nacionales sostienen que tres de cada cuatro ciudadanos ven la pertenencia del país al bloque como algo beneficioso. Nueve de cada diez rechazan una salida de la UE o de la OTAN.

Otra fuente de movilización fue la idea de sacrificar el camino europeo para acercarse a Rusia y a un modelo represivo con la sociedad civil, algo que se reflejó en uno de los cánticos de los congregados ante la sede de Dan tras su victoria: ‘Rusia, recuerda, Rumanía no es tuya’.

«Creo que ganó la clase media que apoya la economía, que tiene bajas expectativas de la clase política y que sólo quiere que la dejen trabajar», resumió Turcescu.

La caída de Simion

George Simion, líder del partido ultranacionalista AUR, durante una rueda de prensa en Bucarest, Rumanía, en una imagen de archivo. EFE/EPA/ROBERT GHEMENT
George Simion, líder del partido ultranacionalista AUR, durante una rueda de prensa en Bucarest, Rumanía, en una imagen de archivo. EFE/EPA/ROBERT GHEMENT

Simion atrajo el voto joven, rural y menos formado con un discurso populista, crítico con las formaciones tradicionales y con la UE, y prometió congelar la ayuda militar a Ucrania en caso de ganar.

Pero tras su arrolladora victoria en la primera vuelta, Simion encadenó errores, como negarse a participar en debates con su adversario, reconocer que algunas de sus promesas eran sólo marketing político y adoptar posturas contradictorias, que transmitieron una imagen de improvisación constante.

La descalificación de figuras del ámbito cultural, de las ONG y del periodismo, junto con la difusión de listas negras para «ajustes de cuentas» cuando llegara al poder, generaron una profunda preocupación.

El comportamiento errático de Simion quedó patente en la misma jornada electoral: primero denunció un fraude electoral sin aportar pruebas, luego se declaró vencedor tras el cierre de los colegios, pese a las encuestas en contra, y horas más tarde reconoció la derrota y felicitó a Dan.

Según explicó a EFE la analista Oana Popescu-Zamfir, gran parte de los errores de Simion en la campaña se debieron a que intentó mantener su base de votos más radical y, al mismo tiempo, buscó el apoyo de los moderados.

El lastre de la desinformación

La coordinadora especial de la OSCE, Lucie Potuckova, anuncia las conclusiones de la misión de observación electoral en Rumanía, este lunes en Bucarest. EFE/EPA/ROBERT GHEMENT

La misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) advirtió este lunes de que la retórica difamatoria, la falta de debate directo entre los candidatos, la cobertura sesgada de algunos medios y la desinformación «limitaron la capacidad de los votantes para elegir con conocimiento de causa».

«La campaña siguió dominada por las actividades en línea, con mensajes centrados a menudo en temas polarizadores y ataques personales. La desinformación y la tergiversación circularon ampliamente, incluso sobre el proceso electoral, lo que obligó a las autoridades a responder públicamente en varias ocasiones», señala la OSCE.

Recordó que el Ministerio del Interior ordenó el cierre de más de 160 cuentas de la red TikTok que se hacían pasar por la Policía u otras instituciones oficiales.

Bulos sobre una posible anulación de la campaña, de fraudes electorales o incluso de intentos de asesinatos de políticos tuvieron que ser desmentidos por las autoridades.

La OSCE señala que servicios de verificación de noticias identificaron bulos y noticias falsas que fueron ampliamente difundidos por personas influyentes y amplificados a través de agregadores de noticias o redes.

Las autoridades rumanas, indica la OSCE en su informe, consideran que algunas de esas narrativas falsas fueron originadas en el extranjero.

Y los desmentidos también han llegado desde fuera: este lunes, los servicios secretos ses negaron las nuevas acusaciones del fundador de Telegram, el ruso Pável Dúrov, quien aseguró que el director de la inteligencia sa le pidió expresamente «censurar las voces conservadoras en Rumanía antes de las elecciones» de ayer en ese país.

En un comunicado remitido a EFE, la Dirección General de los Servicios Exteriores (DGSE) sa reconoció haberse entrevistado con Dúrov, pero rechazó «con vigor las alegaciones» que le relacionan «con peticiones de cierres de cuentas en un determinado proceso electoral».