Madrid (EuroEFE).- Azerbaiyán sabe bien su papel geoestratégico en un mundo occidental que quiere dar la espalda a Rusia, por eso advierte a la UE de dos cosas: si quiere acercarse a China y a los mercados asiáticos, tiene que aumentar su presencia en el Cáucaso y si quiere que esta potencia petrolera aumente su envío de gas a los países europeos, tiene aumentar la inversión.
Así lo afirma a EFE el Elchin Amirbayov, representante especial en misión del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, quien está interesado en que finalicen las negociaciones para «un nuevo acuerdo bilateral integral» con la UE porque «si la UE tiene intención seria de acercarse a Asia Central, tiene que pensar en aumentar su presencia en el sur del Cáucaso».
«Todos los oleoductos, ferrocarriles y gasoductos pasan de Asia Central, por Azerbaiyán, Georgia, Turquía, y luego a los mercados occidentales», recuerda Amirbayov, aludiendo a la ruta central, que es «el enlace más corto, rentable y sostenible entre Asia Oriental y Europa Occidental».
Esta nación postsoviética se ha vuelto más relevante para la UE desde el comienzo de la guerra en Ucrania, en 2022, y el flujo comercial entre Asia y Europa ha aumentado, según el asesor presidencial, un 75 % desde entonces, «y seguirá creciendo».
Además, a pesar de que Azerbaiyán exporta gas y petróleo a la UE desde 2026 y que actualmente 10 de la UE reciben gas natural azerí, Bakú y Bruselas firmaron un acuerdo para duplicar el volumen de gas hasta llegar a los 20.000 de metros cúbicos al año.
«Ahora estamos hablando con la UE para asegurarnos de que aumenta la capacidad de la infraestructura existente, porque este aumento de la demanda requiere mucha inversión por la parte europea ya que nuestro gas también tiene mucha demanda de otras partes del mundo», advierte Amirbayov, quien está de visita en España, entre otros motivos por la «importancia» de Madrid en Bruselas.

Sin reproche del Kremlin
El representante azerí es consciente de que la UE no es «dependiente» de sus recursos y también de que no pueden ser una alternativa a Rusia, que sigue suministrando 145.000 millones de metros cúbicos a los mercados europeos, mientras ellos aspiran a llegar a 20.000 millones.
Este acercamiento a Europa, dice Amirbayov, no inquieta a Moscú, pues respetan la postura de no alineamiento de esta exrepública soviética.
«Nunca nos hemos alineado con ningún centro de poder. Nunca fuimos parte de la OTAN, no hemos aspirado a ser parte de la UE (…) Siempre intentamos construir relaciones buenas, vecinales y pragmáticas con nuestro vecinos inmediatos y otros jugadores más grandes», recuerda.
«Así que -prosigue- si consideramos que un acercamiento con la UE es bueno para nuestros intereses nacionales, no tenemos que pedirle permiso a nadie, simplemente lo hacemos».
Y lo mismo con Rusia, pues el representante critica el ostracismo hacia Moscú y las sanciones impuestas por occidente: «entendemos que con las sanciones, no se llega a resultados eficientes», dice.