Bruselas / Davos (EuroEFE).- Los fabricantes chinos de vehículos eléctricos afectados por los aranceles de la UE demandaron esta semana a la Comisión Europea ante la Justicia comunitaria, mientras continúan los os entre Bruselas y Pekín para encontrar una solución a esa disputa comercial.
BYD, Geely y SAIC, tres de los principales fabricantes chinos de estos vehículos, presentaron sendas denuncias contra la Comisión Europea esta semana, según muestra el registro del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), con sede en Luxemburgo.
La Comisión Europea aseguró este jueves que está «preparada» para hacer frente a esas demandas, y que dispone ahora de dos meses y diez días para preparar su defensa.
«Somos un club basado en normas aquí en la UE, si la gente quiere llevarnos a los tribunales, pueden llevarnos a los tribunales», indicó este jueves el portavoz de Comercio de la Comisión Europea, Olof Gill, durante la rueda de prensa diaria de la institución.
“Nuestra defensa se basará (…) en nuestra investigación ampliamente preparada y basada en hechos que condujo a la imposición de ciertos derechos antisubvenciones contra los vehículos eléctricos chinos”, explicó.
El impacto de los aranceles

Tras nueve meses de investigación, Bruselas aumentó el año pasado las tasas de aduana a los vehículos eléctricos de China. Lo hizo debido al apoyo que el Estado chino brinda a las empresas que fabrican esos automóviles, que a juicio de la Comisión Europea, daña a los fabricantes europeos.
El Consejo de la UE ha respaldado que sigan ese vigor esos aranceles suplementarios, en una votación en octubre en la que España se abstuvo.
Eso ha repercutido en aranceles del 35,3 % al fabricante chino SAIC (MG y Maxus, entre otras marcas), del 18,8 % a Geely y del 17 % a BYD, durante un máximo de cinco años, mientras que Tesla, que produce en China, soportará una tasa del 7,8 %.
La Comisión mantiene que, si llega a un acuerdo con China, está dispuesta a suspender los aranceles durante los próximos cinco años, pero no los cancelaría del todo, para poder volverlos a aplicar si Pekín incumpliese ese hipotético pacto.
Siguen las negociaciones con China
El citado portavoz comunitario aseguró que «continúan los os técnicos» de forma «permanente» entre la UE y China, y que la semana pasada, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, se reunió con el embajador chino ante la UE como “primer o político”.
Por otra parte, el pasado 14 de enero, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, tuvo una llamada con el presidente chino, Xi Jinping, en la que le instó a garantizar la igualdad de condiciones para las empresas comunitarias.
Xi, por su parte, pidió una resolución “mutuamente beneficiosa” sobre la disputa en torno a los vehículos eléctricos.
Costa coincidió en que “la cooperación es preferible a la competencia”, pero subrayó la necesidad de que China dé igualdad de trato a los negocios europeos y de “reequilibrar los desequilibrios comerciales y económicos existentes”.
Como represalia por los aranceles, China ha lanzado otras investigaciones ‘antidumping’ en productos como lácteos, brandy y carne de cerdo procedentes de la UE, esta última preocupante para España, que cuenta con importantes exportaciones de productos porcinos al gigante asiático.
Miedo a una guerra comercial con EE.UU.
El mensaje de Bruselas en defensa de sus aranceles a los eléctricos chinos contrasta con su petición a Estados Unidos de que no imponga ese tipo de tarifas a la Unión Europea, un punto que volvió a recalcar este jueves desde Davos (Suiza) el comisario europeo de Economía y Productividad, Valdis Dombrovskis.
«Los países aislados económicamente no son prósperos, y la historia nos muestra que en los años 30 del siglo XX el proteccionismo y la fragmentación económica contribuyeron a la Gran Depresión«, afirmó Dombrovskis en un del Foro Económico Mundial.
En el mismo sentido, la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, recalcó que, si Estados Unidos y la UE vuelven a la imposición mutua de aranceles, «el PIB (producto interior bruto) mundial tendrá pérdidas de doble dígito y todos lo pagarán«.
«Incluso si el escenario es otro, el de un comercio roto en dos bloques, vamos a perder un 6,4 % del PIB global real, una cifra similar a las economías de Japón y Corea del Sur unidas«, advirtió la directora general de la OMC.
Editado por Lucía Leal