París (EuroEFE).- El ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, planteó este viernes la posibilidad de enmendar el acuerdo UE-Mercosur, a cuya ratificación se opone de plano su país, con cláusulas de salvaguarda y «frenos de urgencia» para evitar la desestabilización de sectores, como se ha hecho con Ucrania.
Barrot dio varias señales de conciliación en una comparecencia ante la prensa junto a José Manuel Albares, jefe de la diplomacia de España, país que es uno de los grandes defensores de ese acuerdo, cuya negociación se cerró el pasado diciembre.
Por una parte, dijo que con España comparte «una convicción muy fuerte» sobre la necesidad de establecer «las mejores relaciones posibles con los países de Sudamérica«, porque es «un imperativo para nuestros dos países como para la Unión Europea» (UE) en el nuevo contexto de «guerras comerciales» y para conseguir mercados para las empresas.
No obstante, reconoció las diferencias entre Madrid y París sobre «los términos del acuerdo que han alcanzado los negociadores por el momento» y sobre la relación comercial entre la UE y Mercosur.
El modelo de Ucrania
Sobre estos puntos, Barrot recordó la posición sa, que exige «cláusulas de salvaguarda» para obligar a que los productos que entren a la UE desde Mercosur, y en concreto los agrícolas, cumplan con las reglas sanitarias, medioambientales y sociales vigentes en los Veintisiete.
Además, añadió la idea de «frenos de urgencia como los que pusimos en marcha cuando se desestabilizaron ciertos sectores europeos, en particular durante la guerra en Ucrania».
Para ayudar económicamente a Ucrania, desde el comienzo de la invasión rusa en 2022, la UE autorizó la entrada sin aranceles de productos agrícolas ucranianos, pero luego, ante la inundación de ciertos mercados, sobre todo en los países limítrofes, y el hundimiento de precios para los agricultores comunitarios, se establecieron ciertas limitaciones y contingentes.
El ministro francés, en cualquier caso, se mostró convencido de que los europeos sabrán «tomar buenas decisiones» con Mercosur, al ser preguntado sobre el riesgo de que el acuerdo quede atascado, sin que llegue a ratificarse, y por tanto sin que pueda llegar a aplicarse.
Según Bruselas, el pacto con Mercosur ya contiene «salvaguardas bilaterales para proteger al sector agrícola en caso de aumentos de importaciones que causen o puedan causar perjuicios graves».
La defensa de Albares
Albares, por su parte, insistió en la voluntad española de que «la ratificación pueda realizarse lo antes posible» y defendió el acuerdo con el argumento de que «América Latina es la región más eurocompatible del planeta y desea tener una relación muy estrecha con la Unión Europea».
El ministro español explicó que Latinoamérica comparte los valores europeos, la defensa del derecho internacional y del multilateralismo, la acción contra el cambio climático y la necesidad de tener los estándares laborales más exigentes.
Igualmente, avisó de que si se abandona a esos países, se corre el riesgo de que la región busque la cooperación con otros socios «que no tienen la misma agenda ni los mismos valores que la Unión Europea», y eso iría «en detrimento de todos nosotros».
El apoyo francés a las lenguas cooficiales

Albares también dio las gracias a Barrot por la «posición constructiva» de Francia en el proceso lanzado por España para que la Unión Europea (UE) reconozca la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera, y su «y comprensión hacia la identidad nacional plurilingüe española».
España lanzó esa iniciativa durante la presidencia del Consejo de la UE que ejerció en el segundo semestre de 2023, en respuesta a una de las exigencias de los independentistas catalanes de Junts sobre el catalán para dar su apoyo a la formación del Gobierno de Pedro Sánchez.
Además, Albares anticipó que España ratificará «de aquí al verano como muy tarde» el Tratado de Amistad y Cooperación que ambos países suscribieron en la cumbre bilateral celebrada en septiembre de 2023, lo que permitirá su entrada en vigor.
Igualmente, explicó que los dos ministros están trabajando en la firma de la «estrategia de cooperación transfronteriza» que permitirá reforzar la colaboración entre las regiones a uno y otro lado de la frontera.
Más implicación en Ucrania
Por su parte, Barrot opinó que «los ses, los españoles y los europeos tienen que acostumbrarse a la idea de que tendrán que asumir una parte más importante de la carga para asumir su seguridad y la seguridad del continente europeo».
El titular francés se pronunció así en respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de enviar tropas de interposición a Ucrania si se lograra un acuerdo de alto el fuego con Rusia, y recordó que asumir más responsabilidad en seguridad forma parte de las prioridades que se fijó el Consejo Europeo el pasado mes de junio: «La línea está fijada, ahora hay que pasar a los actos».
Albares se mostró mucho más circunspecto y no quiso comentar la hipótesis de un envío de tropas de interposición a Ucrania, con el argumento de que no le gusta «hacer política ficción».
El ministro español se mostró convencido de que cuando haya una posibilidad de paz, «nadie debe decidir nada sobre Ucrania sin Ucrania y nadie debe decidir nada sobre la seguridad europea sin Europa», y ambos diplomáticos coincidieron en la necesidad de prolongar las sanciones a Rusia.
Editado por Lucía Leal, con información de Ángel Calvo en París