Badajoz (EFE).- Llegan a Badajoz los primeros 48 militares de la Brigada Extremadura XI desplazados hace seis meses a Líbano, donde ha liderado la Brigada Multinacional Este de la Fuerza Provisional de la ONU.
Han sido recibidos con muestras de alegría, emoción y abrazos tras una misión arriesgada por su cercanía al conflicto entre Israel y Hamás.
Los efectivos de esta primera rotación han llegado al aeropuerto de Talavera la Real (Badajoz) a las 11:00 horas, desde donde se han desplazado en autobús a la Base General Menacho para ser recibidos por su familiares en un emotivo acto.
Tras el regreso a Badajoz de estos 48 militares, el resto de integrantes de esta misión en Líbano, conformada por 472 efectivos de la Brigada Extremadura XI (de un global de 612 militares), llegará en otros dos vuelos que aterrizarán en los próximos días.
Emoción y abrazos
El cabo Rubén Aguilar, aún con cara de cansancio tras el largo viaje, no ha querido dejar de abrazar a su hijo mientras expresaba a EFE que “los militares se preparan de forma diaria para este tipo de misiones, siempre con la premisa de representar a la bandera que se lleva en el uniforme”.
Aguilar, que ya había participado en dos misiones internacionales anteriores en Letonia, hablaba con su familia a diario “gracias a unas muy buenas conexiones”.
En este caso era aún más importante si cabe “tener el objetivo de preocupar lo menos posible” a sus seres queridos ante las noticias que llegaban de Oriente Medio.
En este marco, el cabo ha reconocido que ha sido su misión internacional “más complicada” debido a la situación de la zona, siempre por la familia, pues “al final éste es nuestro trabajo, y se lleva con normalidad, siempre por supuesto con la máxima seguridad como premisa”.
La preocupación de una madre
La madre de uno de los efectivos desplazados, Loli Sánchez, ha reconocido que intentó convencer a su hijo de que no participase en la misión debido a la situación en la zona, conflicto que se recrudeció unas semanas antes del desplazamiento a Líbano.
“El ya lo tenía decidido, hablar prácticamente a diario ha ayudado a estar más tranquilos”, ha afirmado.
Mujer de uno de los efectivos, Isabel Hurtado también ha reconocido que mantuvo una conversación a este respecto con su marido.
“Él expresaba que era su trabajo y su deber, y que tenía que estar en la misión”, para añadir que “de lo que acontecía allí no quería hablar mucho”, lo cual reconocen también muchos otros familiares.
El Ejército agradece la labor de los soldados
El jefe accidental de la brigada, el coronel Vicente Aláez, ha trasladado durante el discurso de recibimiento a los efectivos el mensaje de agradecimiento por parte del Ejército por el trabajo realizado en tierras libanesas.
Esta estancia ha contribuido a que la población libanesa percibiese a la misión “como la delgada línea azul que le separaba y hoy todavía le separa de la guerra total”, por lo que “solo se os puede trasladar un mensaje que encierre dos palabras: gracias y orgullo”, ha dicho.
El acto se ha celebrado en la Base Menacho y no a través de las tradicionales imágenes de recibimiento de los familiares a los militares en el aeropuerto de Talavera, para reconocer aún más “el orgullo” que representa el trabajo de los efectivos y “el sacrificio y apoyo” mostrado por los familiares.
Ya de nuevo en casa, los militares pueden sentir al fin el afecto cercano de sus familiares y recuperar sus costumbres: “Lo que más se echa de menos de Extremadura es su comida”, ha expresado la militar Jessica Zamora. EFE