Badajoz (EFE).- El juicio por la muerte de Manuela Chavero, ocurrida en 2016, se ha iniciado este lunes en la Audiencia de Badajoz. Las acusaciones piden prisión permanente revisable para el único acusado. Su letrado, la libre absolución por falta de pruebas.
Ocho años después de la desaparición de Manuela y cuatro desde que su cadáver fue localizado envuelto en una sábana y enterrado en una finca de Monesterio, municipio pacense en el que residía, el juicio por estos hechos ha comenzado con la elección y designación del jurado popular.
En el banquillo de los acusados se sienta Eugenio. Un veinteañero por aquel entonces y la última persona que estuvo con ella en la noche de su desaparición, el 5 de julio de 2016. Éste condujo a los investigadores hasta el lugar donde enterró el cadáver cuatro años después.
Acusaciones y defensa
El relato de las acusaciones coincide a la hora de exponer que Manuela Chavero falleció después de que el acusado, tras acudir a la vivienda de la víctima, la agrediera sexualmente y, posteriormente, la golpeara hasta su muerte.

Las dos acusaciones particulares, que representan a los hijos de Manuela y a la hermana y padres de ella, han pedido prisión permanente revisable para el acusado. Además, el pago de más de un millón de euros en su conjunto como responsabilidad a los familiares.
Un importe que el Ministerio Fiscal rebaja hasta los 700.000 euros, según se desprende del escrito inicial.
Para el abogado del acusado, Javier Gutiérrez, cuyo alegato de inicio ha dado lectura el Tribunal, el relato ofrecido por las acusaciones, «carece de sustento probatorio». Por ello, pide la libre absolución para su patrocinado.
Pruebas periciales
Cerca 70 especialistas y peritos con sus respectivos informes y declaraciones conforman el grueso de la parte pericial en el juicio por la muerte de Manuela Chavero. Desde expertos del análisis del comportamiento delictivo y «forenses electrónicos» hasta facultativos del Instituto de Antropología de Madrid y del Instituto de Medicina Legal Badajoz, además de agentes de la UCO.

Asimismo, las partes han sumado en sus peticiones la personación como testigos de ocho personas, en su mayoría familiares de la víctima. Por su parte, el Ministerio Público ha pedido que se reproduzca un vídeo con la reconstrucción de los hechos.
Según el relato de la Fiscalía, alrededor de las 2,15 horas del día de autos, Eugenio se dirigió a la vivienda de Manuela tras haber advertido desde el exterior que se encontraba en el interior. La luz estaba encendida, que ella aún seguía despierta y estaba sola.
Con la excusa de que debía devolverle una cuna que él le prestó en su día, ambos se dirigieron a la vivienda familiar del joven, a unos 80 metros de distancia y que esporádicamente utilizaba.
Ya en el interior de esta vivienda, sin contar con el consentimiento de Manuela, la abordó para satisfacer sus deseos sexuales y la agredió mortalmente. Posteriormente, cargó el cuerpo sin vida de Manuela en su vehículo y se dirigió hasta su finca. Allí lo enterró envuelto en una sábana y atado con cuerdas.