Santiago de Compostela (EFE).- El Parlamento de Galicia ha aprobado este martes la nueva ley de medios audiovisuales públicos de Galicia, que regulará la Corporación Radio y Televisión de Galicia, con los votos del PPdeG, con mayoría absoluta en la Cámara, mientras la oposición ha denunciado que el texto esconde una intención de aumentar la «manipulación».
El BNG y el PSdeG han votado en contra del texto mientras que el representante de Democracia Ourensana, en el grupo mixto, se ha abstenido.
La norma impulsada desde la Xunta, abre la puerta a rebajar el apoyo parlamentario necesario para elegir al director general de la CRTVG, que podrá ser designado con la mayoría absoluta con la que cuenta PP en la Cámara autonómica en tercera votación si antes no se alcanzan los apoyos para una mayoría reforzada; dos tercios en primera votación (50 votos) y tres quintos en segunda votación (45).
Precisamente esta ha sido la principal critica de las representantes de la oposición Olalla Rodil (BNG) y Silvia Longueira (PSdeG) que insisten en que nombrar “a dedo” al nuevo director de la CRTVG es la única motivación que movió a la Xunta para registrar el nuevo texto tras “años de incumplimiento” de la legislación actual.
Desechadas cerca de 70 enmiendas
El texto aprobado es prácticamente el enviado desde el Gobierno gallego puesto que durante el trámite parlamentario los populares han desechado casi la totalidad de las cerca de 70 enmiendas de la oposición.
No se aceptaron ninguna de las 29 del BNG y solo ha transaccionado tres de las 39 del PSdeG.
Durante el debate en la sesión plenaria, la diputada del PPdeG Carmen Pomar ha reivindicado la importancia de la aprobación de este texto que permite renovar el texto anterior, del año 2011.
Según Pomar, gracias a esta norma, los medios públicos en Galicia podrán adaptarse al nuevo “panorama digital” e incorporar “contenido de calidad”, al tiempo que se mantendrá “la promoción y la difusión de la lengua gallega” mientras dota a los medios de “pluralidad, objetividad y profesionalidad”.
Pomar ha reiterado que una nueva ley era “necesaria” para la CRTVG, por lo que lamenta que no cuente con el respaldo de la oposición que, a su juicio, con la postura mantenida durante el debate evidenciaron que “mientras nosotros buscamos el consenso ustedes alimentan el disenso”.

La diputada del BNG Olalla Rodil ha mostrado su rechazo a la norma porque considera que lo único que busca es “darle el mando de la tele al PP” mediante unas nuevas directrices que significan “más control” para convertir la CRTVG “en su terminal de propaganda”.
Ha pronosticado que los medios públicos, con el objetivo de que la CRTVG sea “la finca particular” del PP, mostrarán cada vez más una “Galicia pequeña y folclorizante” en lugar de una Comunidad “plural y diversa”, como es en realidad.
Reproches de la oposición
Para ello, “silenciarán aun más el pluralismo político e impondrán el pensamiento único del PP”, pese a que ello signifique que Galicia en lugar de unos medios públicos de calidad tenga “una fábrica de mentiras”, ha insistido.
Además, Rodil ha subrayado que los nacionalistas gallegos se muestran contrarios a la “manipulación” sea del signo político que sea, por lo que ha recordado que el representante del BNG en el Congreso también votó en contra del decreto que cambió las mayorías para renovar el Consejo de istración de RTVE.
“Los que cambian más de opinión que de camisa son ustedes”, les ha dicho Rodil a los diputados populares, a los que les reprochó que su única preocupación sobre los medios públicos en Madrid “es que no son ellos los que los pueden controlar”.
La parlamentaria del PSdeG Silvia Longueira ha reprochado que Galicia vaya a contar con una ley “a medida” del partido en el gobierno y no de la ciudadanía, ya que los medios públicos estarán regidos por una norma que obvia “los principios básicos de igualdad, mérito y capacidad”.
Estas decisiones, según ha opinado, ponen de manifiesto que a los populares no les interesa una televisión pública profesional y “solo quieren una televisión pública sumisa” para lo que han llevado a cabo “el caso de cambalache más flagrante de nuestro país”.
Al hilo de esta cuestión, ha denunciado que el texto se aprueba en solitario y sin el respaldo “de nadie” -salvo los votos del PP, con maoría absoluta en el Cámara-, debido a que se elaboró “de espaldas” al Colegio Profesional de Xornalistas o la mesa del sector audiovisual, puesto que condena al sector “a la irrelevancia”.
Finalmente, la socialista ha considerado que los más perjudicados, una vez más, serán los ciudadanos gallegos que pierden la oportunidad de contar con un modelo de medios públicos “independientes y plurales” y tendrán que conformarse con seguir soportando una radio y una televisión que son solo “un aparato al servicio de un partido”.
El único diputado del Grupo Mixto, Armando Ojea, de Democracia Orensana, ha reclamado una revisión de la CRTVG en su totalidad porque cree que es “discutible” que en los últimos años haya servido para normalizar el uso de la lengua gallega como debería.
Asimismo, ha puesto el foco en el coste de la corporación que recibe 135 millones de euros de fondos públicos, por lo que “es normal” que no pueda ser independiente y esté “fuertemente controlada por el Ejecutivo”, tal y como sucede, ha dicho, con otros medios que también son dependientes de los gobiernos de turno.
Antes del debate de este texto, el Parlamento de Galicia ha arrancado el pleno de este martes con un minuto de silencio en memoria de la alcaldesa de Lugo Paula Alvarellos, fallecida recientemente por un infarto.