Palma (EFE).- Los filtros de seguridad del Aeropuerto de Palma de Mallorca estarán a partir de ahora en la 2ª planta, junto a la zona de facturación del equipaje, ha informado el director del aeropuerto, Tomás Melgar.
El cambio tendrá lugar este miércoles, cuando se procederá a cerrar la planta 4ª, donde se llevará a cabo una amplia remodelación durante los próximos meses de cara al próximo verano.
Melgar ha dado cuenta en una rueda de prensa de estos cambios y de la mejora del sistema de los controles de seguridad.
El objetivo de la dirección del aeropuerto es que los pasajeros pasen los controles de seguridad con más comodidad y en menos de 10 minutos, lo que ya se ha cumplido este pasado verano en un porcentaje del 99 %.
Durante el invierno, mientras que se llevan a cabo estas obras, variará el flujo de pasajeros dentro del aeropuerto.
Zona de distribución en la 4ª planta
El plan previsto, de cara a la próxima temporada de verano, es convertir la 4ª planta en una gran zona de distribución de pasajeros y comercial donde se emplee con asiduidad el solarium, que hasta ahora ha tenido muy poco uso.
El aeropuerto de Palma inició en 2022 un ambicioso plan de remodelación que concluirá en el año 2026 y cuyo coste total asciende a 559 millones de euros.
A preguntas de los periodistas, Melgar ha dejado claro que la operatividad del aeropuerto continuará siendo la misma y no se ampliará, aunque sí se aumentarán el número de ‘fingers’ para mayor comodidad de las compañías aéreas y pasajeros.
El director del aeropuerto ha explicado el estado actual de las obras y los trabajos que se llevarán a cabo este invierno.
Melgar ha destacado la puesta en marcha de los nuevos controles de seguridad, que se ubicarán estratégicamente en la planta de facturación, al fondo de la sala, tras las líneas de mostradores.
El cambio supondrá una mejora sustancial en el flujo de pasajeros al eliminar los actuales retrocesos y cambios de nivel.
En total habrá 22 arcos y 44 líneas de inspección desplegados en un espacio diáfano de grandes dimensiones. La puesta en servicio se realizará de manera progresiva durante la temporada de invierno. Comenzará este miércoles con la activación de 9 arcos y 18 líneas de inspección distribuidos en dos zonas contiguas.
Esta instalación supone emplear tecnología de última generación. En primer lugar, se incorpora la moderna maquinaria Automated Tray Return Systems (ATRS), que permite que las bandejas que transportan el equipaje de mano para pasar por el control de seguridad sean devueltas automáticamente a la zona de inicio, lo que agiliza el proceso y reduce el tiempo de espera.
Sistemas más modernos
Además, los sistemas de control del equipaje de mano Explosive Detection Systems for Cabin Baggage (EDS CB) permitirán mantener los aparatos electrónicos y líquidos autorizados dentro del equipaje de mano durante la inspección.
Melgar ha afirmado que «esta modernización representa un salto cualitativo en la experiencia del viajero, manteniendo los altos estándares de calidad que caracterizan al aeropuerto».
Respecto al estado actual de las obras ha destacado la renovación de la imagen del módulo A, proporcionando más luz natural con la instalación de cristaleras que van del suelo al techo y con la reubicación del control de pasaportes para ofrecer mayor confort al pasajero.
En el módulo D también se está trabajando en el alargamiento de su dique de embarques para contar con tres pasarelas nuevas.
En el edificio procesador, el principal, se ha trabajado en dos áreas: en la zona del nuevo control de seguridad y en la parte oeste del edificio, que se ha alargado para instalar posteriormente dos líneas más de mostradores de facturación en la propia planta de facturación y dos cintas más de recogida de equipajes en la planta baja.
Estos trabajos han sido hasta el momento prácticamente imperceptibles para el pasajero, puesto que no han influido en sus recorridos por el aeropuerto, ha reseñado Melgar.