El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha dedicado los primeros "banderazos" de ofrece en las fiestas de San Bernabé a las madres, al comercio y la propia capital riojana.. EFE/Raquel Manzanares

Escobar dedica sus primeros banderazos a las madres, al comercio y a la ciudad de Logroño

Logroño, (EFE).- El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha dedicado los primeros «banderazos» de ofrece en las fiestas de San Bernabé a las madres, al comercio y la propia capital riojana.

Escobar ha cumplido así la tradición y el «voto» de ofrecer esos banderazos con la enseña de la ciudad en recuerdo a la victoria de Logroño sobre las tropas sas, que asediaron Logroño en la primavera de 1521 y abandonaron las afueras de la ciudad la víspera de San Bernabé de ese año.

Desde entonces no solo ese es el santo patrón de la ciudad, sino que se cumple la tradición de que el regidor de la ciudad ondee la bandera del municipio en tres puntos por los que se accedía a él y en cada uno de ellos haga una dedicatoria.

Así, como cada 11 de junio, el acalde ha encabezado una multitudinaria procesión que ha tenido tres paradas, bajo el arco de San Bernabé, en los «cuatro cantones» del Casco Antiguo, y en el arco de El Revellín -la puerta que queda en pie en la muralla- donde ha ofrecido sus banderazos.

El día de San Bernabé congrega a miles de logroñeses en el entorno de El Revellín desde primeras horas de la mañana; primero para cumplir con la tradición del pan, el pez y el vino; y luego para presenciar los banderazos.

Así, ya para la salida de las autoridades de la concatedral de La Redonda, precedidas por las imágenes de San Bernabé y la Virgen de la Esperanza, la expectación era máxima.

Además, los integrantes de la acampada por Palestina han cumplido con su idea de hacerse ver en los actos festivos y eso ha incrementado el bullicio en la Plaza del Mercado, donde el cronista de la ciudad, Federico Soldevilla, ha leído el mandato por el que se hacen los banderazos.

La imagen de San Bernabé a su paso por el tradicional Arco de San Bernabé, en recuerdo a la victoria de Logroño sobre las tropas sas en la primavera de 1521. EFE/Raquel Manzanares

Así ha dado comienzo la procesión con grupos musicales y de danzas, gigantes y cabezudos y diferentes autoridades, como el presidente del Gobierno regional, Gonzalo Capellán, la delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz y el obispo, Santos Montoya.

Recuerdo a su madre

Pero por encima de todos ellos el protagonista era Conrado Escobar, que ya el año pasado compartió un banderazo con su predecesor, Pablo Hermoso de Mendoza, pero hoy ha dado, en realidad, sus primeros banderazos como alcalde.

El primero, bajo el arco de El Revellín, ha sido dedicado «a las personas que nos han dado todo, que han hecho lo que somos» y ha ondeado la enseña de la ciudad mientras recordaba «a las madres logroñesas» y ha mirado al cielo para recordar a la suya.

Después se ha reanudado la procesión, para dar una vuelta a parte del Casco Antiguo y llegar al cruce de los cuatro cantones, donde Escobar se ha vuelto a detener y, en esta ocasión, ha girado para «mirar al Ebro», ha dicho.

El alcalde ha evocado «a los artesanos y, sobre todo, a los comerciantes», ha dicho y ha incidido en «el comercio tradicional, el de ayer y el de hoy, pero que mira al futuro, da trabajo a muchas familias y hace ciudad» con lo que ha ondeado la bandera «por nuestro querido comercio logroñés».

El Logroño que quiere construir con todos

Tras recibir los aplausos de los cientos de logroñeses agolpados en la calle, el alcalde ha retomado el recorrido, en un largo tramo para llegar a la muralla de El Revellín, a escasos metros de donde seguía repartiéndose el pan, el pez y el vino.

Se trata «del lugar más simbólico de Logroño», ha dicho, ya que «es la puerta de entrada y por donde se despide al peregrino» y «en donde me gustaría que se acogiera siempre a todo aquel que quiera vivir y disfrutar de esta magnífica ciudad”.

En ese lugar ha alzado la bandera y la ha movido al viento mientras dedicaba el banderazo a «la muy noble y muy leal ciudad de Logroño» pero también «`por el Logroño del Ebro, del Camino de Santiago, diverso, joven, del pasado, de la convivencia, del futuro» porque «esa es la ciudad que yo quiero y que os animo a construir entre todos. Por Logroño” ha concluido.