Una mujer visita un cementerio de Logroño, este viernes, Día de Todos los Santos. EFE/Raquel Manzanares

Los cementerios riojanos se adornan de flores en una festividad de recuerdo a los difuntos

Logroño (EFE).- Un año más, este viernes, 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, los cementerios del región se adornan de flores, en una jornada en la que miles de riojanos se mantienen fieles a sus tradiciones de decorar las tumbas de sus familiares en un día tan especial.


Desde primera hora de la mañana, el tráfico en las carreteras riojanas también se ha visto intensificado de personas que se han desplazado a los cementerios de sus localidades para visitar y adornar las tumbas y nichos de sus seres queridos.

Detalle de algunos sepulcros en el cementerio de Logroño, este viernes, Día de Todos los Santos. EFE/Raquel Manzanares


El cementerio de Logroño también vive cada primero de noviembre su día más bullicioso, marcado por el recuerdo a los miles de personas que descansan en él, pero también es una buena jornada para recorrer el camposanto y comprobar cómo es un testimonio en piedra de dos siglos de historia en la capital riojana.


Logroño, como tantas ciudades, pasó en el siglo XIX de enterrar a sus muertos de forma bastante desordenada a construir camposantos en las afueras, en este caso al norte del Ebro y bastante cerca de donde se enterraba, en una fosa común, a muchas personas de las que se desconocía su origen o religión.


En esta jornada, en las diferentes localidades, se han ampliado los horarios de apertura de los cementerios para facilitar las visitas y en algunas, como en el de Logroño, se organizan hasta visitas guiadas en este puente festivo.