Logroño (EFE).- El capitán de Policía Judicial de la Guardia Civil responsable de la investigación de la muerte violenta del hostelerio riojano Guillermo Castillo en 2023 ha dicho que los dos acusados como presuntos autores del crimen se concertaron, organizaron y planificaron robar en su casa, donde lo mataron “con saña, de manera cruel y con un sufrimiento evidente”.
La Audiencia de La Rioja ha celebrado la tercera jornada del juicio con tribunal popular por el crimen de este hostelero de Cuzcurrita del Río Tirón, ocurrido en la madrugada del 2 de mayo de 2023, y por el que están acusados como presuntos autores de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento un hombre de 54 años vecino de Logroño y otro de 39 residente en Pradillo.
Este capitán ha relatado que los dos procesados se dirigieron a la casa de Castillo con la “expectativa de un robo en el que iban a obtener un lucro de unos 50.000 o 60.000 euros”, procedentes de la recaudación del restaurante tras un puente de tres días (por el 1 de mayo).
Nada más abrirles la puerta, “el acto de violencia es inmediato”, ha precisado, con golpes que provocaron la caída y pérdida de consciencia de la víctima, a quien pusieron unos grilletes para inmovilizarla.

Saña por un vínculo personal
Después, le propinaron más golpes, la mayoría en la cara, con “una saña bastante amplia”, un tipo de agresión que, según su experiencia, se debe a un vínculo personal, por lo que cree que el autor fue el acusado más joven, quien había tenido una relación sentimental con Castillo.
El hostelero tenía una marca de agarre en el cuello, no de estrangulamiento, sino hecha con el propósito de fijar la cara con una mano y golpear con el puño golpear de la otra, lo que le dejó la cara “completamente desfigurada por los repetidos golpes”, ha explicado.
Entre los dos acusados, arrastraron al hostelero esposado hasta un baño, donde lo dejan encerrado en una zona apartada para registrar el resto de la casa.
“Castillo no tuvo ninguna posibilidad defenderse, ni de pedir auxilio, porque se quedó cerrado con llave en estado moribundo. Lo dejaron con vida, agonizando”, ha relatado.