La Semana Santa de Logroño ha finalizado con la procesión del Santo Cristo Resucitado, que ha partido bajo la lluvia desde el cementerio logroñés. EFE/Fernando Díaz

La lluvia no puede con la procesión del Cristo Resucitado de Logroño

Logroño, (EFE).- La procesión del Cristo Resucitado, la única de España que sale de un cementerio, ha cerrado los actos de la Semana Santa logroñesa y lo ha hecho a pesar de la fina lluvia que ha caído durante el recorrido y que ha obligado a cubrir el paso con un plástico.

La procesión, que organiza la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, tuvo que ser suspendida el año pasado por la lluvia y tras el precedente de Viernes Santo, cuando la procesión del Santo Entierro se suspendió a la hora de salir, por lo que existía el temor de que el nuboso cielo de este Domingo de Resurrección descargara justo a mediodía.

Por eso, probablemente, el inicio de la procesión ha sido un poco más rápido que en años anteriores y ha estado marcado, como cada año, por la salida del Santo Cristo por la puerta del cementerio de Logroño, para lo que la treintena de cofrades que lo portan deben hacer una complicada maniobra en la que lo bajan «a pulso» para subirlo a hombros instantes después.

Así lo han hecho mientras «chispeaba» y cientos de personas esperaban a la salida del cementerio para seguir la procesión.

Cofrades cubren con plástico la imagen del Santo Cristo Resucitado en la última procesión de la Semana Santa logroñesa./Fernando Díaz

Delante de la imagen los tambores han resonado hasta llegar al Puente de Piedra, que han cruzado antes de encarar la recta final del recorrido, para llegar al colegio de Compañía de María, donde descansará de forma definitiva.

Porque este era el último año en el que este Santo Cristo salía a la calle, algo que empezó a hacer en los años 80 «de forma provisional».

Desde entonces la cofradía ha tenido el objetivo de contar con un Resucitado y, si se cumplen las previsiones, saldrá a las calles de Logroño la próxima semana santa, tras aprobar el encargo en octubre del año pasado.

La imagen del Resucitado se encargó al imaginero andaluz Manuel Martín, que mantiene la previsión de entregarla para la Cuaresma de 2026.

Culminará así un proceso de décadas, en el que se intentó contar con esta imagen para sustituir la talla del Corazón de Jesús que sale en la última procesión de Logroño; pero no se pudo lograr hasta ahora, principalmente por cuestiones económicas.

Ahora, con la ayuda de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño y la propia Cofradía, coincidiendo con un Año Santo, se espera que en unos meses la imagen llegue a la capital riojana para procesionar dentro de un año.