Imagen de archivo de varias enfermeras atendiendo a un niño con cáncer. EFE/ Javier Lizon

Experta pide una mejora del sistema educativo para niños con enfermedades graves

Logroño (EFE).- El sistema educativo no está preparado para atender las necesidades de niños que tienen enfermedades graves y que han perdido un periodo escolar amplio que hace que tengan necesidades especiales para volver a colocarse al nivel de los niños de su edad.

Así lo considera la profesora del grado de Psicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Silvia Castellanos, que ha iniciado un trabajo de investigación para analizar de forma detallada cómo cada comunidad autónoma responde a esta situación, aunque ya es conocedora de las carencias que tiene el sistema para estos niños con necesidades especiales y de la falta de formación específica de los docentes.

En declaraciones a EFE esta docente ha incidido en que cuando un niño es hospitalizado por una patología grave, como el cáncer, lo primero es atender su salud «pero al cabo del tiempo hay cosas como las pérdidas de curso o de relaciones con otros niños que también hay que atender».

Desarrollo emocional

«A determinadas edades, sobre todo al final de la infancia y el inicio de la adolescencia, que incluso para favorecer la mejoría de salud es importante que un chico sienta que puede continuar con sus compañeros, con sus profesores y con su curso», detalla «y si eso ya es duro cuando el chaval está hospitalizado, hay que tratar de que pueda volver a la normalidad lo antes posible cuando sale».

Porque «la hospitalización ya interrumpe el desarrollo emocional» pero «es cierto que los hospitales, en su mayoría, trabajan desde hace años para mitigar ese impacto» por medio de aulas especiales que se instalan en los centros para el tiempo libre de los pacientes y para su educación.

En esas aulas «se busca que los chavales tengan una continuidad educativa, para que luego les sea más fácil regresas de nuevo a su centro escolar».

Sin embargo, ella considera que «más allá de la cuestión educativa, hay que comprender que estos chavales están en un proceso emocional y físico duro y hay que adaptarse a sus ritmos» y «en muchos casos cuando se les da el alta también tienen que pasar un periodo largo en su casa».

Queda mucho por hacer

Este tipo de niños y jóvenes recibe apoyo escolar en su domicilio enmarcado en planes individualizados de aprendizaje aunque «llega el momento de volver al centro» y «en ese paso queda bastante por hacer» porque «el sistema educativo, en general, no está preparado para estas situaciones».

«La vuelta al colegio de niños que han estado hospitalizados es algo bastante habitual, pero nos encontramos con un gran déficit para ellos, desde la formación de los profesores al propio sistema», asegura, y por ello quiere «dar un pequeño tirón de orejas» a los responsables educativos.

Se ha encontrado con casos en los que «hay profesores que creen que este tipo de alumnos son vagos o no hacen las cosas porque quieren» y «eso lo que revela es su falta de formación».

Las asociaciones de pacientes «hacen lo que pueden» con estos chavales, porque cuentan con psicólogos y pedagogos «pero ellos no pueden llegar a hacer que los docentes y el sistema educativo entiendan la realidad tan concreta de los niños que han sufrido una enfermedad grave que les ha tenido mucho tiempo en el hospital», concluye Castellanos.