El gaitero gallego Cárlos Núñez, durante una actuación en Estados Unidos, país desde el que ha retomado su gira por España con un concierto en Logroño.EFE/LENIN NOLLY

Carlos Núñez profundiza en la fusión entre la música celta y mediterránea

Eduardo Palacios | Logroño (EFE).- El gaitero Carlos Núñez ofrece este jueves en Logroño uno de sus últimos conciertos del año, dentro de una gira internacional, en la que ha buscado profundizar entre los ritmos celtas y los mediterráneos, pero sin renunciar a explorar otras propuestas, como la música tradicional del norte del España y los villancicos, ha dicho a EFE.

Carlos Núñez (Vigo, Pontevedra, 1971) pasa de nuevo por La Rioja pocos meses después de actuar en la localidad riojana de Agoncillo -en donde ha parado en varias ocasiones por cariño a uno de los de su equipo, natural de este municipio-, en la recta final de una gira que le ha llevado por diferentes países.

En esta gira internacional ha interpretado su último disco, «Celtic Sea», un trabajo de mestizaje musical, en el que ha colaborado con la compañía de Ferrys Brittany para conmemorar su medio siglo de «una historia que comenzó cuando los agricultores de la Bretaña quisieron llevar sus productos a más países» y, «así, se unieron por mar Francia, Irlanda, Inglaterra y hasta España y compartieron cultura y música».

En su último disco ha querido «celebrar esa cultura común, con una sinfonía en la que recorremos desde la Isla de Man a Gales, Irlanda y, por supuesto, el norte de España, desde la costa atlántica hasta Castilla León» y «todo con instrumentos históricos, como liras, bardos celtas y gaitas atlánticas».

«Recorrer con esta música lugares como la catedral de Dublín, el National Concert Hall de Glasgow y el Festival de Lorien ha sido una aventura maravillosa», ha asegurado el músico gallego, que en cada concierto trata de «aprender de donde estoy», algo que quiere hacer en La Rioja, que es «un punto de encuentro entre el Atlántico y el Mediterráneo».

Una tierra de unión

Por eso, cree que «en esta tierra se siente la energía de esos dos mundos, las tradiciones de esta tierra han bebido de ambos y han creado una personalidad propia que se mantiene como un tesoro».

Carlos Núñez investiga desde hace décadas en la fusión de estilos y de músicas tradicionales de diferentes orígenes y ahora profundiza en la mezcla de ritmos del Mediterráneo y el Atlántico. EFE/Sáshenka Gutiérrez

Así, ha explicado que la conexión entre culturas que para él representa La Rioja es lo mismo que él reivindica en su propia música porque cree que «el mundo celta es el de la unión y el intercambio entre diferentes influencias».

«Creemos que los celtas estaban aislados en su entorno, pero siempre tuvieron verdadera pasión por el Mediterráneo y se sintieron en el centro entre ese mar y el del norte», ha subrayado.

Para él, en realidad, la música «crece siempre así, por influencias, a partir de lo que ya hay» y «las canciones van cambiando, son un organismo vivo que se adapta a cada momento».

«Quien quiera decir que la tradición musical no se mueve, no entiende cómo funcionan las cosas», ha considerado Núñez, quien ha recordado que él mismo recibió críticas «por mezclar música celta con flamenco, quizás, porque hasta entonces no se había hecho, pero ahora ya se ve como algo más normal», por lo que «queda claro que el tiempo es el juez y el que determina qué queda y qué pasa a la tradición».

Villancicos y Beethoven

Carlos Núñez recorre el mundo con su gaita y, a la vez, no deja de emprender nuevos proyectos, algunos tan arriesgados como cuando mezcló su música con el flamenco.

De momento, tiene en la agenda algunos conciertos más para terminar 2024, como el próximo día 29 en Barcelona, en una cita que ha convertido ya en tradicional porque desde hace casi una década repite un concierto en la Ciudad Condal en estas fechas, «aunque este año nos comprometimos a tocar villancicos».

Por eso, «he dedicado meses a recuperar melodías tradicionales, que antes eran muy conocidas y que son algunas de las más tradicionales de Europa, con las que se celebraba el solsticio de invierno» y, «antes de llevarlo a Barcelona, hemos decidido probar esos villancicos tan especiales con instrumentos antiguos en Logroño», ha subrayado.

Y tras cerrar el año, «todavía quedará poner fin a la gira en Madrid» y luego llevará a los escenarios otro de los proyectos que acaba de grabar, un disco con obras de Beethoven, quien «al final de su vida se enamoró de la música celta y compuso unas 200 piezas, que casi son desconocidas».

Hemos decidido grabar algunas con orquesta sinfónica en París y lo llevaremos a diferentes lugares en 2025″, ha avanzado.