Brasilia (EFE) – El presidente de la Corte Suprema de Brasil, Luís Roberto Barroso, afirmó que el ataque con explosivos de la víspera es una muestra del auge de la intolerancia en el país, y aseguró que la institución castigará a quienes atenten contra la democracia.
Barroso dijo que el atentado perpetrado frente al Supremo por un militante del partido del exmandatario ultra Jair Bolsonaro alerta sobre un movimiento que busca «deslegitimar y aplacar la democracia desde una perspectiva autoritaria, inspirada en la intolerancia, la violencia y la desinformación».
Barroso criticó los actuales intentos de Bolsonaro y de otros políticos de ultraderecha por amnistiar a los participantes en esos eventos.
«No ven que dan un incentivo para que este tipo de comportamientos ocurra de nuevo; quieren perdonar antes de condenar», afirmó, tras lo cual dijo que el ataque del miércoles «refuerza la necesidad de responsabilización de todos aquellos que atentan contra la democracia».
Barroso pidió un «nuevo comienzo» para Brasil basado en el respeto hacia aquellos que piensan diferente y reclamó la vuelta a un «tiempo de civilidad».
Policía de Brasil asocia frustrado atentado con «grupos extremistas activos»
El director de la Policía Federal de Brasil, Andrei Rodrigues, asoció este jueves el ataque con explosivos frente a la sede de la Corte Suprema a «grupos extremistas activos».
Rodrigues dijo en una rueda de prensa que trabajan con la hipótesis de que se trate de una acción «terrorista» que buscaba al parecer atentar contra los jueces del Supremo con el objetivo final de «abolir de forma violenta el Estado democrático de Derecho».
Aseguró que fue un ataque «premeditado» y posiblemente «planeado» desde hace meses.
«No es un hecho aislado y puede estar conectado con otras investigaciones en curso», entre ellas con la invasión a las sedes de los tres poderes, incluida la del Supremo, ocurrida el 8 de enero de 2023, cuando miles de activistas ultra incitaron un golpe de Estado contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
El agresor fue identificado como Francisco Wanderley Luiz, conocido como Tiu França, un militante y antiguo candidato a concejal del Partido Liberal (PL), formación que lidera el exmandatario Jair Bolsonaro, que hoy lamentó y repudió lo sucedido.
Tenía 59 años, era cerrajero de profesión, natural del estado de Santa Catarina (sur) y estaba en Brasilia desde hacía «tres o cuatro meses».
Bolsonaro repudia el ataque con explosivos
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, investigado por golpismo, «lamentó» y «repudió» el ataque con explosivos contra la sede de la Corte Suprema y llamó a todos los partidos e instituciones del país a avanzar en una «pacificación nacional».
«Ya es hora de que Brasil vuelva a cultivar un ambiente adecuado para que diferentes ideas puedan enfrentarse pacíficamente y para que la fuerza de los argumentos valga más que el argumento de la fuerza», manifestó el líder ultraderechista en sus redes sociales.

Bolsonaro, investigado en el Supremo por incitar y participar en una supuesta trama golpista para derrocar al actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, tras perder las elecciones de 2022, atribuyó «el triste episodio» ocurrido en la plaza donde se concentran los tres poderes, en Brasilia, a un «hecho aislado» cometido por «una persona con problemas de salud mental».
Dialogo por Brasil
El atacante llevaba un cinturón con más explosivos, los cuales solo se desactivaron la pasada madrugada, y «un extintor cargado con gasolina que simulaba un lanzallamas».
Previamente, cerca de ese punto, activó de forma remota un conjunto de fuegos artificiales que dejó en un vehículo situado en el aparcamiento de un edificio anexo a la Cámara de Diputados.
En ese lugar, las autoridades también hallaron un tráiler con material explosivo en su interior y una caja enterrada aún por analizar.
Igualmente, encontraron más bombas caseras en el inmueble que había alquilado en Ceilândia, en la periferia del Distrito Federal de Brasilia.
Al menos una de ellas estaba escondida en un cajón y explotó cuando un robot de la Policía inspeccionaba la vivienda, sin que resultara herido ningún agente.
Según Rodrigues, en las paredes y espejos de esa vivienda había mensajes escritos que hacen alusión al episodio del 8 de enero de 2023.

Wanderley Luiz estuvo esos días en la capital brasileña, aunque aún se desconoce si participó en los violentos actos de ese día.
«Esto no fue una cosa pensada de un día para otro. Hay artefactos con detonador, un lanzallamas, había toda una preparación que apunta a una vinculación con grupos extremistas» que difunden sus proclamas en redes sociales, apuntó Rodrigues.
«Hago un llamado a todas las corrientes políticas y a los líderes de las instituciones para que, en este momento de tragedia, tomen las medidas necesarias para avanzar en la pacificación nacional. Quien se beneficiará de esto no será uno u otro partido, líder o corriente política. Será Brasil», apuntó Bolsonaro.
Atentado en vísperas de la cumbre del G20
Bolsonaro, quien ha vertido duras acusaciones contra los jueces del Supremo, ha pedido de forma reiterada al Congreso una amnistía para los condenados por ese episodio, bajo el argumento de que es necesario «pacificar» el país.
En este contexto, el expresidente señaló este jueves que «la defensa de la democracia y la libertad no tendrán éxito hasta que se restablezca en nuestro país la posibilidad de diálogo entre todas las fuerzas de la nación».
El atentado se produjo en vísperas de la celebración de la cumbre de presidentes y jefes de Gobierno de los países del G20, que se celebrará en la ciudad de Río de Janeiro los días 18 y 19.