Toronto (Canadá) (EFE).- Una comisión de investigación sobre la injerencia extranjera en las elecciones de Canadá señaló este martes que aunque países como China e India influyeron en las elecciones de 2019 y 2021, su intromisión no determinó el resultado.
La comisión, presidida por la jueza Marie-Josée Hogue, también concluyó tras 15 meses de trabajos que no hay pruebas de que haya «traidores» entre los parlamentarios de Canadá «tramando con estados extranjeros para actuar contra Canadá».
Pero Hogue sí dijo que se ha producido «un número muy pequeño de casos aislados» en los que la injerencia extranjera «puede» haber tenido «algún impacto en el resultado de nominaciones» de candidatos a las elecciones.
Injerencia en las elecciones de Canadá
A pesar de ellos, Hogue añadió que «no hay pruebas que sugieran» que las instituciones de Canadá hayan resultado afectadas de forma grave por las injerencias.
La comisión se creó por el Gobierno del país norteamericano después de que en 2023 una serie de filtraciones de los servicios secretos del país a medios de comunicación se conociera que China intentó favorecer a candidatos que le convenían a Pekín en las elecciones de 2019 y 2021.
En 2024, un comité del Parlamento de Canadá publicó un informe que reveló que algunos diputados y senadores habrían ayudado con otros países para influir en la política del país.
El comité también acusó a agentes de China e India de injerencia en la elección del actual líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre.
Repercusiones
Además, en octubre del año pasado, Canadá expulsó al embajador de la India, Sanjay Kumar Verma, y otros cinco diplomáticos indios después de que la Policía Montada de Canadá los acusara de estar vinculados con una campaña de asesinatos y otros actos de violencia en el país.
Ese mismo mes, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, advirtió que las amenazas de otros países contra Canadá eran «mucho más graves» que nunca.
El informe de la comisión de investigación en la injerencia extranjera realizó 51 recomendaciones, entre ellas, mejorar la distribución de informes de los servicios de inteligencia.
Hogue finalizó con la afirmación de que la represión a las minorías que viven en Canadá por parte de otros países es también «una forma de injerencia extranjera a la que el Gobierno debe responder rápidamente».
