Rebeldes guerrilleros del M23 en 2012. EFE/Dai Kurokawa

¿Qué es el grupo rebelde M23? Origen y momentos clave

Daniela Alias Fernández

Madrid (EFE).- Los combates entre el grupo militar rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y el Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) se han recrudecido en el este del país, lo que aumenta la inquietud internacional por temor a una que se declare una guerra abierta en esta región de África Oriental.

Esta es la historia, las claves y los intereses de esta milicia, que opera desde hace décadas en el este de la RDC.

Historia del M23

La aparición del M23 está vinculada a la historia de la República Democrática del Congo y del genocidio de Ruanda de 1994, una de las peores matanzas étnicas de la historia reciente de la humanidad.

El genocidio empezó el 7 de abril de 1994 tras el asesinato, el día anterior, de los presidentes de Ruanda, Juvénal Habyarimana, y Burundi, Cyprien Ntaryamira (ambos hutus), cuando el avión en el que viajaban fue derribado sobre Kigali.

El Gobierno ruandés acusó del magnicidio a los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés (FPR), contra los que libraba una guerra desde 1990, y eso desencadenó la matanza. En poco más de tres meses fueron asesinados al menos 800.000 tutsis y hutus moderados.

Cuando el FPR logró derrotar a las fuerzas gubernamentales y tomó el control del país, en julio de 1994, la vecina RDC, -conocida entonces como Zaire y gobernada por el dictador Mobutu Sésé Seko- acogió a hutus huidos desde Ruanda.

Dos facciones

Posteriormente, entre 1998 y 2003, la RDC se sumiría en una guerra civil, la Segunda Guerra del Congo, que enfrentaría al dictador Mobutu contra el insurgente Laurent Kabila, quien defendería al Ejército ruandés en defensa del pueblo tutsi, víctima de la masacre.

Presidente de Republica Democrática del Congo, Mobutu Sese Seko, en 1986
Presidente de Republica Democrática del Congo, Mobutu Sésé Séko, en 1986. EFE/López Contreras

En ese contexto, algunos hutus cabecillas del genocidio y exiliados en la RDC fundaron las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) con el propósito de apoyar a Mobutu, quien había abierto las puertas años antes a ruandeses de esta etnia huidos tras la matanza.

La guerra terminó en 2003. Como resultado, se formó un gobierno de transición presidido por el hijo de Kabila, llamado Joseph Kabila, en el que participaron los dos principales grupos rebeldes: Agrupamiento Congoleño para la Democracia (ACD/Goma) y el Movimiento de Liberación Congoleño (MLC), respaldados por Ruanda y Uganda y que llegaron a controlar gran parte de la RDC. Este ejecutivo pacificó e integró a las milicias en un Ejército unificado.

En 2006 surgió también el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), otro grupo formado principalmente por tutsis que querían combatir a las milicias hutus FDLR. En 2009, el CNDP y el Gobierno congoleño firmaron un acuerdo de paz por el que los de este grupo se integraban en las Fuerzas Armadas del país.

Partidarios del candidato a la presidencia de la República Democrática del Congo en 2006
Partidarios del candidato a la presidencia de la República Democrática del Congo en 2006. EFE/EPA/Nic Bothma

Creación M23

Sin embargo, en abril de 2012, cientos de soldados –ex del CNDP- se rebelaron contra el Gobierno, al que acusaron de incumplir el acuerdo de paz, y formaron el grupo rebelde militar Movimiento 23 de Marzo, que adoptó como nombre la fecha de la rúbrica del pacto.

Grupo de rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) en 2012.
Grupo de rebeldes del M23 en 2012. EFE/Dai Kurokawa

La ONU y varios países confirman que Ruanda colabora en la actualidad con el M23 proporcionándole apoyo, armas y soldados, aunque las autoridades ruandesas lo niegan.

Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las FDLR.

Momentos clave del M23

En noviembre de 2012, los rebeldes del M23 ocuparon Goma, capital de la provincia congoleña Kivu del Norte. Se trata de una región rica en minerales situada en el este de la RDC y en la frontera con Ruanda.

El M23 tuvo el control de la ciudad durante once días y después se retiró. Un año después, cuando el Ejército congoleño tomó sus últimos feudos en la región, los insurgentes anunciaron el final de la lucha armada.

Sin embargo, el M23 retomó las armas en noviembre de 2021, con ataques relámpago contra el Ejército de la RDC en Kivu del Norte. Los rebeldes justificaron la ofensiva en que, de nuevo, el Gobierno de la RDC no estaba respetando las condiciones del acuerdo de paz firmado en 2013.

Armas en la frontera entre Giseny (Ruanda) y Goma (RDC). EFE/EPA/Moise Niyonzima

Desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes hasta situarse nuevamente a pocos kilómetros de Goma.

El auge del M23 ha propiciado que, desde 2023, haya un despliegue de fuerzas regionales africanas para combatirlo en la región. También está presente la misión de paz de la ONU en la RDC (Monusco), con la misión de ayudar al Ejército congoleño a impedir el avance del M23 hacia Goma.

Intereses del grupo rebelde militar

Tras suspenderse una cumbre de paz prevista el pasado 15 de diciembre de 2024 en Angola, en la que debían participar los presidentes congoleño y ruandés, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, el M23 ha reforzado su ofensiva.

Durante la semana del 20 de enero, el M23 y el Ejército de la República Democrática del Congo han librado combates en dos frentes de Kivu del Norte: en el territorio de Masisi, cerca de Goma, donde se han registrado detonaciones de armas pesadas y ligeras, y en Lubero, con ataques a algunas aldeas desatacadas como Makoko, Luthambi y Muhangi.

Tras días de intensos combates con el Ejército congolés, el pasado 27 de enero el M23 tomó Goma. El Gobierno congoleño aseguró que el Ejercito ruandés estaba colaborando con el M23 para tomar dicha ciudad. Aunque las autoridades ruandesas niegan esta presunta colaboración, esto ha sido confirmado por la ONU.

Más de 300 personas han resultado heridas esta semana en el este del país por la intensificación de los combates entre el Ejército y el grupo rebelde, según cifras de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

La situación humanitaria es, además, muy delicada en la zona y, particularmente en Goma, donde escasea el agua potable y prácticamente no hay electricidad, indicaron medios locales.