Pekín, 4 mar (EFE).- El máximo órgano asesor político de China comenzó este martes en Pekín su sesión anual, acto previo a la inauguración el miércoles de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), el evento político más importante del año en el país.
El presidente chino y secretario general del Partido Comunista (PCCh), Xi Jinping, asistió a la reunión inaugural de la llamada Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un órgano asesor compuesto por delegados de diversas organizaciones, en el Gran Palacio del Pueblo de la capital china.
Esta institución, en la que están representados líderes empresariales, deportistas, académicos, líderes religiosos o de grupos étnicos, está presidida por Wang Huning, uno de los aliados más cercanos a Xi y considerado uno de los ideólogos del régimen.
Previsiones de crecimiento
Mañana miércoles, el primer ministro, Li Qiang, dará a conocer las previsiones de crecimiento de la segunda economía del mundo para 2025 tras haber crecido un 5 % en 2024, cumpliendo el objetivo oficial fijado por las autoridades.
La ANP de este año llega en medio de una guerra arancelaria sin precedentes con EE.UU., y también se espera que aborde medidas para apuntalar la confianza del sector privado o aprovechar el impulso tecnológico a cuenta del éxito de DeepSeek.
En ese sentido, asesores del órgano consultivo han comentado estos días a la prensa local que el mayor riesgo para China en este campo es «quedarse atrás en la carrera de la Inteligencia Artificial (IA)».
«No se pueden ignorar los problemas de seguridad relacionados con esta tecnología, pero quedarse atrás en el desarrollo (de la IA) es el mayor riesgo para nuestra seguridad. Debemos aprovechar la oportunidad que ofrece la IA para mejorar la productividad y hacer que todos se beneficien de ella», comentó a la prensa local Zhou Hongyi, presidente de la firma de seguridad Qihoo 360.

Presupuesto de Defensa
Por otra parte, la ANP tratará otros asuntos clave como el presupuesto de Defensa -en 2024 creció un 7,2 % respecto al año anterior- y cómo abordar el desafío demográfico, que sigue en la lista de principales preocupaciones de la dirigencia de China, cuya población siguió disminuyendo en 2024 por tercer año consecutivo, hasta los 1.408,28 millones de habitantes.
También está previsto que, al igual que en años anteriores, el canciller chino, Wang Yi, ofrezca una rueda de prensa durante la sesión de la ANP, órgano que no tiene un poder fiscalizador y está sujeto al control del Partido Comunista (PCCh).
Las relaciones entre China y Europa
China concede «una gran importancia» a sus relaciones con Europa, «que no están subyugadas por ningún tercero», indicó un portavoz del Legislativo del país asiático en velada referencia a Estados Unidos ante la incertidumbre internacional tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
«China y Europa son fuerzas constructivas para la paz», declaró en rueda de prensa el portavoz de la Asamblea Nacional Popular (ANP), Lou Qinjian, antes de reclamar que ambas partes «no permitan» que sus lazos «se vean afectados por eventos temporales».
Lou afirmó que China y Europa pueden ser «socios que contribuyan a su éxito mutuo» y que se «complementen mutuamente en muchas áreas», agregando que las relaciones comerciales «no solo impulsan su crecimiento económico sino que también proporcionan estabilidad a las cadenas industriales de suministro a nivel global».
El portavoz indicó que su país «está dispuesto a trabajar con Europa» para «hacer frente de forma conjunta a desafíos globales», «oponerse al unilateralismo y al proteccionismo» y para «impulsar los lazos bilaterales hacia una buena dirección».
Lou aseguró que unas relaciones «estables y seguras» entre el país asiático y Europa «sirven a los intereses fundamentales y a largo plazo de ambas partes» y responden a «las expectativas de la comunidad internacional».
En los últimas semanas, algunos analistas han mencionado la posibilidad de un acercamiento entre China y Europa ante las desavenencias entre el bloque continental y Estados Unidos tras la vuelta de Trump a la Casa Blanca, si bien persisten importantes fricciones comerciales entre Bruselas y Pekín a cuenta de asuntos como los vehículos eléctricos chinos, a los que la Unión Europea (UE) impuso aranceles el año pasado.