Naciones Unidas (EFE).- El alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Kaja Kallas, pidió este martes en el Consejo de Seguridad de la ONU un apoyo del mundo entero a una Ucrania que «no quiere ser parte de Rusia y que merece decidir su propio futuro», pero se encontró con la postura hostil de Rusia y las distancias que ahora toma Estados Unidos.
Kallas participaba en la sesión anual que la Unión Europea y las Naciones Unidas celebran para pasar revista a los múltiples aspectos de su cooperación bilateral y que otros años suele ser apenas una reunión de rutina, pero que este año ha cobrado importancia por el brusco viraje emprendido por Estados Unidos sobre la guerra de Ucrania y su acercamiento a Rusia.
Sin mencionar a Estados Unidos ni a su presidente, Donald Trump, Kallas resaltó que «la guerra puede terminar en el momento en que Rusia quiera, pero ha decidido no hacerlo porque no ha conseguido sus objetivos, y esto no ha cambiado».
«Seamos claros: esta guerra puede acabar en este momento si Rusia, su único responsable, retira sus tropas y deja de bombardear a Ucrania», insistió, y subrayó que la UE no pide sino respeto a «la carta de Naciones Unidas, (documento) sacrosanto para un mundo seguro».
La guerra en Ucrania -prosiguió- «no es una ‘guerra europea’ ni un conflicto entre vecinos, ni una guerra por delegación», contradiciendo así los argumentos de EE.UU. y de Rusia, ya que «Ucrania es un estado soberano de 40 millones de personas que ha luchado tres años para sobrevivir y conservar su independencia».
La respuesta de Rusia y EE.UU. al pedido de la UE sobre Ucrania
A la jefa de la diplomacia europea respondió el embajador de Rusia, Vasili Nebenzia, que cargó duramente contra la postura comunitaria: «La UE se ha convertido en una apologista de la guerra, completando definitivamente su degradación. Ahora está haciendo todo lo que está en sus manos para sabotear el diálogo entre Rusia y Estados Unidos sobre Ucrania», afirmó.

Nebenzia aseguró que la UE pasó de ser un grupo que promovía la cooperación con Rusia a convertirse «en un bloque fosilizado, agresivo y rusófobo que ha comprometido su energía, su economía y su bienestar social en una confrontación con su vecino del este, confrontación que está perdiendo».
En cuanto a Estados Unidos, representado interinamente por la diplomática Dorothy Shea -mientras se confirma el nombramiento de la nueva embajadora designada por Trump-, su discurso tuvo una idea central: desligar a su país de la seguridad de Ucrania y poner esa tarea en manos de Europa.
«Contamos con Europa y la UE para ayudar a facilitar y asegurar la paz. Y una vez que se logre la paz (en Ucrania), será más urgente que nunca que la UE y sus países jueguen un papel clave para proveer las garantías de seguridad. Europa debe ser fuerte, resiliente y autosuficiente para garantizar la paz y seguridad en el continente», concluyó.
Los diálogos en Arabia Saudí
Sobre las conversaciones en la ciudad saudí de Yeda entre representantes de Ucrania y de Estados Unidos, la Unión Europea afirmó que los ucranianos les han informado que «están siendo muy constructivas».
Kallas no quiso abundar en su valoración sobre unas conversaciones en las que la UE está ausente, pero sí dijo que «todo el mundo quiere una paz que dure, una paz que termine con el sufrimiento» en Ucrania.
Pero no olvidó añadir que esa paz debe ir acompañada de rendición de cuentas: «Sabemos que debe haber rendición de cuentas por los crímenes. Estamos aquí en la ONU, y su carta fundacional es un buen documento de principios universales, y tiene que haber una respuesta si alguien viola esos principios», declaró.