El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en una imagen de archivo. EFE/MOHAMMED BADRA

Vance: Dinamarca no ha hecho «buen trabajo» en Groenlandia y ha desatendido su seguridad

Copenhague, (EFE).- El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, señaló este viernes, durante su visita a la base militar estadounidense de Pituffik (noroeste de Groenlandia), que Dinamarca no ha hecho un «buen trabajo» en ese territorio autónomo ártico y ha descuidado su seguridad y a su población durante años.

«Nuestro mensaje es muy simple. Sí, la gente de Groenlandia va a tener autodeterminación. Pero esperamos que elijan a Estados Unidos como socio, porque somos la única nación en el planeta que respetará su soberanía y respetará su seguridad, porque su seguridad es también en gran medida la nuestra», afirmó.

Vance aseguró que cuando el presidente Donald Trump habla de que «tenemos que tener Groenlandia» se refiere a que es necesario tomarse más «en serio» la seguridad de la isla, debido sobre todo al creciente interés de China y Rusia en el Ártico, y desechó la posibilidad de una intervención militar.

Posible independencia de Dinamarca

«Lo que creemos que va a ocurrir es que los groenlandeses van a elegir ser independientes de Dinamarca, y luego vamos a tener conversaciones con ellos a partir de ahí. Pienso que hablar sobre algo demasiado lejano en el futuro es demasiado prematuro», señaló Vance.

«No creemos que vaya a ser necesaria nunca la fuerza militar. Pensamos que esto tiene sentido, y como la gente de Groenlandia es racional y buena, creemos que será posible hacer un acuerdo al estilo de Trump para garantizar la seguridad de este territorio y también la de EE.UU.», afirmó.

Acusa a Dinamarca de dejar la seguridad en manos de los estadounidenses

Vance acusó a Dinamarca de no «mantener el ritmo» en las inversiones necesarias para mantener la seguridad de la isla, que -en su opinión- es peor ahora que hace «30 o 40 años» y sostuvo que la arquitectura de seguridad danesa ha consistido en «dejárselo todo a los valientes soldados estadounidenses y esperar que paguemos la cuenta».

«¿Cuál es la alternativa entonces? ¿Dejar el Ártico a China y a Rusia? No tenemos otra opción», declaró.

Visita a la capital

Vance hizo estas declaraciones al término de una visita de varias horas a Pittufik, adonde voló acompañado por su esposa, Usha Vance; el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el secretario de Energía, Chris Wright.

El programa inicial de la delegación estadounidense consistía en una visita de Usha Vance a Nuuk, la capital de Groenlandia, y Sisimiut, donde se celebra estos días una popular carrera de trineos tirados por perros y que este año patrocina el consulado de EE.UU.

El hecho de no contar con una invitación oficial de las autoridades groenlandesas y que en este país se estuviese negociando estos días un nuevo Gobierno tras las elecciones legislativas del pasado día 11 provocaron duras críticas de Nuuk y Copenhague, lo que provocó que se eliminara esa parte del viaje y se redujera sólo a Pituffik.

Nielsen y la situación política de la isla

«Vance aterriza en unas instalaciones que son de Estados Unidos. Pero toda esta situación de venir de visita cuando no hay un Gobierno, mantenemos que no es una muestra de respeto a un aliado. Es una lástima. Ahora tenemos un Gobierno que se va a poner el mono de trabajo», dijo este viernes el liberal Jens-Frederik Nielsen, después de presentar en Nuuk un nuevo Ejecutivo que incluye a cuatro de los cinco partidos con representación parlamentaria y reúne 23 de los 31 escaños de la Cámara, agrupando a todo el independentismo moderado.

Nielsen aseguró no obstante que la primera tarea del Gobierno será la situación de política exterior creada por el interés de Trump y defendió la necesidad de dialogar con sus aliados más estrechos, Dinamarca y Estados Unidos.

Encuesta a la población

Según una encuesta difundida hace dos meses, el 85 % de los groenlandeses no quiere abandonar la denominada Mancomunidad del Reino (Dinamarca, Groenlandia e Islas Feroe) para ser parte de Estados Unidos, y aunque la mayoría apoya la independencia, no quiere que ocurra a costa de perder nivel de vida.

Frederiksen: Las críticas de Vance a Dinamarca no son «justas»

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, calificó de injustas las críticas de Vance.

«Dinamarca es un aliado bueno y fuerte para todos en la OTAN. Lo somos en relación con la amenaza de Rusia. Y hemos aumentado los gastos en defensa significativamente. Hemos estado al lado de los estadounidenses en situaciones muy difíciles durante años. Por eso no es una forma justa de referirse a Dinamarca la del vicepresidente», señaló en un comunicado.

Frederiksen había subido esta semana notablemente el nivel de su crítica respecto a anteriores declaraciones y hablado de «presión inaceptable» de Washington, pero hoy regresó a un tono más amable.

«El vicepresidente estadounidense ha dejado claro que EE.UU. respeta la soberanía de Groenlandia y el derecho de los groenlandeses a la autodeterminación. Es importante que haya quedado claro», afirmó en un escrito enviado a la agencia danesa Ritzau.

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen. EFE/EPA/Mads Claus Rasmussen/Archivo

Frederiksen le dio también la razón a Vance al afirmar que es necesario priorizar la seguridad en el Ártico y recordó que Dinamarca presentó hace unas semanas un plan para aumentar la vigilancia en la zona con más barcos, drones y satélites.

«Estamos listos, día y noche, a colaborar con los estadounidenses, una colaboración que debe estar basada en las reglas internacionales necesarias; y a aumentar la defensa en todas las partes de la OTAN», señaló.

El ministro de Exteriores acepta la crítica pero la ve «algo inapropiada»

En declaraciones a la televisión pública danesa, el ministro de Asuntos Exteriores, danés, Lars Løkke Rasmussen, aceptó la crítica de Vance, pero añadió: «Me parece también que es algo inapropiada, quizás habría que mirarse también al espejo».

Rassmusen le recordó a Vance que Groenlandia ya se encuentra bajo el «paraguas» de seguridad estadounidense, desde que Washington y Copenhague firmaron en 1951 un tratado de defensa que permite a EE.UU. tener bases militares en esa isla ártica