Bangkok (EFE).- El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, advirtió este sábado en el principal foro de seguridad de Asia sobre supuestos planes «inminentes» de China de invadir Taiwán, mientras subrayó el compromiso de Washington con las alianzas de seguridad con sus socios del Indopacífico, a quienes pidió más inversión en defensa.
El jefe del Pentágono se dirigió a representantes de Defensa de decenas de países que participan desde ayer y hasta el domingo en Singapur en el llamado en el Diálogo Shangri-La, donde EE.UU. sigue siendo un puntal clave y se esperaba el discurso de Hegseth con expectación.
«China ha demostrado que quiere alterar el statu quo» de la región, afirmó el expresentador de Fox News, quien añadió: «No podemos mirar a un lado e ignorarlo», en referencia a las operaciones de Pekín en el estratégico mar de China Meridional, que China reclama casi en su totalidad, y en Taiwán.
Hegseth se refirió a la supuesta intención de Pekín de invadir en 2027 la isla autonóma, punto neurálgico de la producción de chips que China considera una provincia rebelde y a la que EE.UU en principio defendería.

«Deje ser claro: cualquier intento del Partido Comunista (chino) de conquistar Taiwán por la fuerza resultará en consecuencias devastadoras para el Indopacífico y el mundo (…) La amenaza de China es real. Y podría ser inminente», enfatizó.
Estados Unidos «no busca un conflicto con la China comunista, pero no seremos expulsados de esta crítica región del Indopacífico», matizó.En este sentido, enlazó sus advertencias sobre China con mensajes para asegurar a sus aliados -entre ellos Filipinas, Japón, Corea del Sur o Australia- que el Indopacífico sigue siendo «prioritario» para EE.UU.
«America primero no significa America solo», dijo, y aprovechó para pedir a sus socios más gasto en seguridad.
«Nuestros gastos en defensa deben reflejar los peligros y amenazas a los que nos enfrentamos, porque la disuasión no es barata. No tiene sentido que países en Europa lo hagan mientras aliados clave en Asia gastan menos en defensa ante amenazas formidables, entre ellas Corea del Norte».
«Nuestro objetivo es prevenir la guerra, hacer que el coste sea demasiado alto y la paz la única opción», añadió.
«De hecho, nosotros estamos aquí esta mañana, y alguien no está», subrayó, en alusión a la ausencia del ministro de Defensa chino, Dong Jun.
Sin China
La decisión del Ministerio de Defensa chino de enviar al Shangri-La a una delegación de la Universidad de Defensa Nacional en lugar de a Dong tras años de asistencia del titular de la cartera de seguridad fue una de las sorpresas de un foro celebrado desde 2002, organizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

«China da mucha importancia a este foro. Ha enviado a muchas delegaciones, cada año a diferentes niveles. Es algo normal. No afectará a nuestra estrategia» en la zona, defendió el general Hu Gangfeng, miembro de la comitiva universitaria china, en uno de los es.
Sin Dong, ausencia no explicada por Pekín, el Shangri-La pierde este año la oportunidad del habitual encuentro entre los jefes de Defensa de las superpotencias y se desequilibra la rutina del foro, en el que tradicionalmente se destinaba el domingo a que el ministro chino desarrollara su estrategia de seguridad en el Indopacífico.
Inaugurado el viernes por el presidente francés, Emmanuel Macron, el encuentro quedó en parte reducido a una cita con EE.UU. y Europa, también representada por la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas.
Kallas también advirtió hoy sobre China, pero con el foco en las contribuciones de la potencia asiática y Corea del Norte a Rusia en su guerra contra Ucrania, un reto para la seguridad global «extremadamente preocupante», dijo.
La exprimera ministra estonia aludió a los vínculos entre China, a la que se acusa de proveer tecnología militar a Moscú, y a Corea del Norte, que ha enviado soldados a combatir en las filas rusas, para subrayar las interdependencias de seguridad entre Europa y Asia.
«Quiero enfatizar -comentó- que la seguridad de Europa y la del Indopacífico están muy ligadas».
Acerca de la presión de EE.UU. a Europa para gastar más en seguridad, Kallas dijo que es «mejor» eso que la ausencia de apoyo o relación, cuando ambas partes negocian los aranceles de Washington.
Sobre esta otra guerra en lo comercial se pronunció el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en nombre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que su país preside este año.
El grupo, dijo, no cree en «aranceles en venganza» a EE.UU., sino en «escuchar y comunicarse» para rebajar las tensiones comerciales con Washington.
Aun así, puntualizó: «No respaldamos ninguna acción unilateral contra el principio de libre comercio».