Pamplona (EFE).- El anteproyecto «Isolíneas» ha sido el elegido para la reforma y reurbanización del Paseo de Sarasate de Pamplona, una propuesta con 9,13 millones de euros de presupuesto de obra que mantiene en su totalidad el arbolado existente, apuesta por zonas de estancia y propone un diseño de líneas diagonales sobre plataforma única.
Lo han dado a conocer los responsables municipales, con el alcalde Joseba Asiron a la cabeza, tras la decisión del jurado entre las cinco propuestas valoradas, todas ellas respetuosas con las premisas dadas a los participantes de mantener la plataforma única, preservar el arbolado e integrar un conjunto escultórico.
Así, en el extremo cercano al Palacio de Navarra se colocará una escultura figurativa de Pablo Sarasate y frente al Parlamento foral se ubicará la escultura de Jorge Oteiza «Monumento al prisionero político desconocido», aunque el anteproyecto «tiene margen de mejora» ya que en enero se abrirá a las aportaciones de la ciudadanía antes de iniciar un proceso que tiene como hitos el inicio en agosto de 2025 de las obras, que podrían acabar en diciembre de 2026.
Devolver al Paseo de Sarasate su «preeminencia» para la ciudad
Asiron ha destacado la relevancia de este proyecto «no solo para el equipo de Gobierno sino para la ciudad, por lo que supone de devolver una preeminencia y papel importantísimo a un punto concreto de la ciudad que fue punto referencial y que en los últimos tiempos lo había perdido».
También ha destacado la «capacidad de negociación y la toma de iniciativas de este equipo de Gobierno» para consensuar el proyecto, cuya calidad ha extendido a las otras 4 propuestas, que han hecho difícil la elección del jurado.
Según se ha avanzado, la propuesta «Isolíneas» (del equipo Vi17 Arquitectura, en conjunto con OAB Office of Architecture in Barcelona y OKRA Landscape Architecten) supone un rediseño completo del paseo, crea pasos peatonales entre el Casco Antiguo y el Ensanche sin afectar al arbolado y aporta bancadas de madera para el descanso.

Así, se trata de un diseño basado en líneas diagonales, permeable al tránsito peatonal, que preserva el arbolado y que comunica las aceras norte y sur en una plataforma única sin apenas pendiente. Cambia la topografía del lugar, que abarca 24.000 metros cuadrados incluyendo el propio paseo y las calles aledañas.
Estas líneas diagonales, separadas cada 25 metros, permiten conectar de forma continua y sin pendientes significativas, de apenas el 1 %, las aceras norte (la de la iglesia San Nicolás) y sur (Banco de España y Correos). Para ello, se prevé reducir la cota en la plataforma central, manteniendo la cota en los s a comercios y portales.
Pasos entre los parterres
La conexión entre los frentes norte y sur a través de la plataforma central se realiza abriendo pasos entre los parterres, que conservarán su altura original, pero en lugar de formar una barrera continua a lo largo del Paseo de Sarasate, se dividen en dieciséis zonas verdes, agrupando uno o varios árboles. De esta forma, se crearán pasos peatonales entre el Casco Antiguo y el Ensanche sin afectar al arbolado.
Las estructuras de acero cortén actuales se sustituyen por bancadas de madera para el descanso de los y las paseantes, amabilizándolos y transformándolos en espacios de estancia, ha explicado la directora de Proyectos Estratégicos y Movilidad, Maialen Ariz, quien ha destacado que la elegida es «una propuesta garantista y conservadora» con el arbolado.
Se queda el 97 % de los árboles
Así, tanto el alcalde Joseba Asiron como el concejal de Ciudad Habitable y Sostenible, Proyectos y Movilidad y Conservación Urbana y Sanidad, Borja Izaguirre, han destacado que de los 77 árboles del Paseo de Sarasate la propuesta prevé salvarlos a todos, el 97 % en su ubicación original y el resto, 3 ejemplares, que quedan justo en el espacio de paso creado por las líneas diagonales, se trasplantarán a otras ubicaciones preeminentes en la ciudad.
En torno a los árboles, para salvar la diferencia de cota, se diseñarán plataformas y bancadas de madera, para generar lugares de estancia y que pueden convertirse en espacios para eventos y actividades culturales, a modo de gradas. Ésa es la apuesta, por ejemplo, frente a la iglesia de San Nicolás.
Así, el centro de la actividad del paseo se mueve hacia esa acera norte, reactivando los frentes comerciales, maximizando el espacio de paseo y creando nuevas zonas.
En la zona sur, por su parte, se concentrarán los servicios, como las paradas de autobús urbano, los aseos autolimpiables, los recorridos ciclistas y los carriles habilitados para servicios y emergencias, además de contenedores y aparcamientos de bicicletas y plazas reservadas para carga y descarga.
El eje central se plantea como un espacio libre, para poder acoger mercadillos y ferias. El proyecto prevé una ordenación de la tradicional tómbola, mejorando la fluidez y la seguridad, evitando el efecto embudo producido entre los dos módulos.
Los criterios de selección: dimensión social, patrimonial y medioambiental
El jurado ha valorado, sobre el resto de propuestas presentadas, que el proyecto ‘Isolineas’ «resuelve las dimensiones social, patrimonial y medioambiental del Paseo de Sarasate, habitando el espacio, conservando las alineaciones arboladas y planteando una topografía que permite la ampliación de zonas verdes».
Según el jurado, la propuesta «resuelve correctamente el carácter de plaza accesible en todos sus recorridos, creando abundantes pasos transversales facilitando la permeabilidad en el eje norte-sur, con una direccionalidad que además se considera propia del caminar y de los recorridos propios del paseo».
Además, destaca el hecho de que la propuesta revitalice los espacios en torno al Monumento a los Fueros, la iglesia San Nicolás y el Parlamento de Navarra. Las actuaciones en torno al Monumento a los Fueros potencian, según el jurado, «su carácter de espacio representativo, al que se suman, además, la escultura de Pablo Sarasate».
El jurado técnico ha estado presidido por el alcalde, Joseba Asiron, con las vicepresidencias de los concejales de Ciudad Habitable y Sostenible, Borja Izagirre, y de Urbanismo, Vivienda y Agenda 2023, Joxe Abaurrea. Los vocales han sido la directora de Proyectos Estratégicos, Maialen Ariz; y cuatro arquitectos, dos de ellos municipales, otro nombrado por el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro y uno más por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra.