Pamplona (EFE).- La activista por los derechos humanos Fátima Djarra afirma que las todas las mujeres del mundo son iguales, tienen un «denominador común», la «lucha, desde hace siglos y siglos, por la igualdad».
Djarra es activista y trabaja en Médicos del Mundo. Es superviviente de la mutilación femenina y explica, en una entrevista con EFE en el marco del 8M, que lo que le animó a trabajar por los derechos de las mujeres fue ver a otras mujeres de su familia sufrir violencia de género.
«He vivido en una familia donde todas las mujeres hemos pasado por esta práctica y varias mujeres han pasado por el matrimonio forzado. Ver a otras mujeres de mi familia sufriendo la violencia de género me ha motivado para trabajar para impedir que la nueva generación sufra lo que han sufrido ellas. Ver a mi madre levantarse a las 5 de la mañana y dormirse a las 11 de la noche, para que no suframos, me ha hecho luchar», cuenta.

La mutilación genital femenina
Sobre su trabajo para acabar con la ablación, Djarra manifiesta que esta lucha «ha evolucionado mucho a nivel europeo, de Asia y América». «En África también ha evolucionado el trabajo de las ONG, pero también activistas que trabajan sobre esta práctica nefasta. Ha evolucionado en términos de trabajo comunitario, pero queda muchísimo, por ejemplo en zonas rurales. Existen también muchas cosas como los matrimonios forzados con las niñas. Eso nos pone que el trabajo se tiene que seguir haciendo».
En esta lucha continúa que lleva a cabo ella, pero también otras muchas activistas, Djarra expone que «hay muchos obstáculos».
El primero que «las personas que creen que la mutilación es algo bueno para las mujeres, que facilita que tengamos más hijos o podamos llegar virgen al matrimonio o seamos independientes. Es algo que hace daño a la salud. No podemos seguir permitiendo esta práctica mientras mueres millones de niñas en el mundo».
Apoyo presupuestario a las ONG
Sobre cómo sensibilizar a la sociedad sobre este tema, lo tiene claro: «Es importante no criminalizar a las personas que vienen de estos países donde se practica. No discriminar. Atenderlas y no mirarlas como malos. O no pensar que es algo que está lejos de España. Tenemos 14 kilómetros de África a España».
También anima a las instituciones a «apoyar a las organizaciones que trabajan a través de partidas presupuestarias para que puedan ir a trabajar a estas zonas».

Djarra afirma que «las mujeres migrantes en España, especialmente las mujeres africanas», viven «en situación de racismo». Conseguir empleo «no es fácil. Situación de racismo, de violencia de género brutal».
También «hay situación de discriminación hacia las mujeres que quieren estudiar, que quieren hacer algo o que quieren aprender, no pueden porque no están en buena situación. Hay mucha violencia institucional».
El papel de los hombres
La activista asegura que «los hombres juegan un papel importante en la lucha para la igualdad de género, si ellos aceptan», porque «si los hombres deciden que las niñas no pueden ser mutiladas, no van a ser mutiladas porque ellos tienen poder de decisión.
También deciden si su niña se puede casar o no, si puede ser mutilada o no. Ellos tienen un papel fundamental para erradicar violencia si aceptan eso, si caminan junto con las mujeres. Pero si van por detrás y piensan que todo es problema de la mujer no podemos erradicar».
«Que sigan luchando»
Con motivo del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Djarra afirma que para ella «es un día muy importante. Para todas las mujeres es importante para afianzar nuestras reivindicaciones y denunciar lo que está pasando en el mundo con las mujeres».
Por ello, la activista manda un mensaje de ánimo y esperanza al resto de mujeres. «El mensaje que quiero enviar es que sigan en su lucha porque son valientes, especialmente las mujeres africanas en España, ya que salieron de sus países para venir y pueden conseguir lo que quieren conseguir. Aquí no se rinde nadie».