Santander (EFE).- El Ayuntamiento de Santander ha aprobado este jueves el cambio de nombre de 15 calles con denominaciones franquistas con los votos favorables del PP, que tiene mayoría absoluta, el rechazo de Vox y la abstención de PSOE, PRC e IU, que consideran que no se ha escuchado a los ciudadanos.
Con este acuerdo plenario, Santander cumple el mandato de la Fiscalía, que a finales de marzo le dio un mes de plazo para aprobar la retirada de las placas de las calles que recuerdan a militares franquistas como General Dávila y Camilo Alonso Vega, o a batallas de la Guerra Civil como Belchite o Montejurra.
Sí ha salido adelante con el apoyo de la oposición, a excepción de Vox, la propuesta de retirar los honores concedidos por la ciudad a Francisco Franco y a Carrero Blanco, como también reclamó la Fiscalía en su requerimiento al Ayuntamiento para que cumpla la Ley de Memoria Democrática y los acuerdos que aprobó el pleno municipal hace ya una década.
Los nuevos nombres
Con estos cambios, General Dávila, una de las principales avenidas de la ciudad, pasará a llamarse Paseo de Altamira, y Camilo Alonso Vega recibirá el nombre del poeta José Hierro.
Otras de las calles que tendrán nueva placa son Alto de los Leones, que cambiará por Benito Madariaga; Belchite por José Luis Casado Soto; Brunete por Carmen y Joaquín González Echegaray; Capitán Cortés por Miguel Ángel García Guinea; Carlos Haya por Antonio de Tova y Arredondo; García Morato por Juan Antonio Gutiérrez de la Concha.
También se cambiará General Díez de Villegas por José de Bustamante y Guerra; Alféreces Provisionales por Fray Silvestres Vélez de Escalante; General Moscardó por Bernardo de Miera y Pacheco; Montejurra por Valentín Lavín Casalís; Ruiz de Alda por Juan de Santander; Sargentos Provisionales por Leonor Plantagenet y Zancajo Osorio por Leonor de la Vega.
La alcaldesa abre la puerta a cambios
La oposición ha recordado el rechazo de los vecinos al cambio del nombre de la calle Alcázar de Toledo por Camino de las Ánimas, que ya se ha hecho esta semana, y las más de 400 firmas en contra que se han recogido.
Y la alcaldesa ha abierto la puerta durante al debate a nuevos cambios, como ha ocurrido en Madrid con tres calles.
«Una vez se aprueba si alguien tiene algo que alegar, a lo mejor esto no acaba así», ha apuntado.