La mujer acusada de intentar matar a sus dos hijos de 10 años en Barakaldo (Bizkaia) el 1 de enero de 2023 ha reconocido los hechos y ha asegurado sentirse «muy arrepentida», por lo que las acusaciones han rebajado la petición de pena inicial de 36 a 16 años y medio.
La Audiencia de Bizkaia ha celebrado el juicio, que estaba previsto en dos sesiones pero que ha finalizado en una hora, después de que la Fiscalía y el letrado de la Diputación Foral de Bizkaia, que mantiene la tutela de los dos niños, alcanzaran un acuerdo con la defensa de la procesada.
Intentó matar a los hijos con sedantes y cuchillada
Las acusaciones han considerado probado que la mujer machacó diversos medicamentos psiquiátricos que introdujo a sus hijos en la comida y que, una vez perdieron el conocimiento, les hizo sendos cortes con un cuchillo en el cuello, «con clara y definida intención de acabar con la vida de sus hijos», ante la posibilidad de «perder su custodia».
Los niños ingresaron en la UCI pediátrica por intoxicación con antidepresivos y hubo que suturarles los cortes del cuello. Además, ambos sufren problemas psicológicos debido a ese ataque por parte de su madre.
Las acusaciones han considerado los hechos como dos delitos de asesinato en grado de tentativa con alevosía y con el agravante de parentesco. Sin embargo, han estimado también la atenuante de la pena por la confesión y han aceptado la circunstancia modificativa de la responsabilidad penal muy cualificada de alteración psicológica de la procesada.

De esa manera, han pedido una condena de 8 años y tres meses por cada uno de los dos delitos de intento de asesinato, así como la retirada de la patria potestad y una medida de prohibición de acercamiento a sus hijos de 9 años y tres meses.
También han pedido al tribunal que dictamine una medida no privativa de libertad para que reciba tratamiento médico por sus adicciones y problemas psiquiátricos durante 5 años, tratamiento que ya ha iniciado en prisión.
Asimismo, han solicitado una indemnización de 41.150 euros para cada uno de los dos mellizos por las lesiones, las secuelas y los daños morales que les infringió su progenitora.
La mujer avisó al padre de los niños
En el juicio, la mujer ha testificado contestando escuetamente solo a su abogado para expresar su arrepentimiento, tras lo cual la fiscal y el abogado de la acusación han renunciado a gran parte de los testigos.
El padre de las víctimas de este caso ha relatado a la Sala que un mes antes de los hechos había reconocido la paternidad de los dos mellizos y que en la mañana el 1 de enero de 2023 recibió la llamada de la madre de sus hijos «llorando, muy nerviosa y alterada» y le transmitió que «había pasado algo», por lo que acudió alarmado a su vivienda.
Al llegar se encontró a los dos niños en la cama «conscientes» pero «medio idos, con un cortecito en el cuello» y que «lloriqueaban», por lo que con la ayuda de otra persona, los metió en el coche y los trasladó a un hospital, mientras la madre «no podía articular palabra, lloraba y estaba como en shock».
No pudo detallar cuántas pastillas y cuales había istrado a los pequeños, ha recordado.
La mujer se intentó suicidar
El tribunal también ha escuchado a un agente de la policía local de Barakaldo que mientras los niños eran atendidos en el hospital, llamó a la madre y ésta le advirtió de que se iba a suicidar, por lo que acudió junto a otro agente al piso de la mujer.
Al llegar, la encontraron sentada en el sofá «como ida», «con un cuchillo de cocina grande con sangre» en la mesa y les manifestó que había istrado más de 100 pastillas entre tranquilizantes y antidepresivos a los niños y que «les había cortado el cuello porque le iban a quitar su custodia».
Los agentes vieron que la mujer tenía algún corte, «que no era profundo ni revestía gravedad», y comprobaron que en la basura había muchas tabletas y cajas de medicamentos.
La procesada, en prisión preventiva desde entonces, les contó también que desde la noche anterior les había estado dando pastillas y que esa mañana «les había acuchillado a uno en la sala y al otro en el cuarto».
Tras el juicio, el caso ha quedado visto para sentencia.