Imagen de un paso de peatones en Bilbao en 2014, cuando la llegada de migrantes se redujo en un 5 %. EFE/Alfredo Alday

La llegada de migrantes a Euskadi «recupera el ritmo» precrisis

Bilbao (EFE).- «Euskadi vuelve a recuperar el ritmo de la llegada de personas inmigrantes, volviendo a los valores pre-crisis», en paralelo al crecimiento de la economía vasca, según ha destacado el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi.

Ikuspegi ha presentado el libro “Dos décadas de reflexión sobre migración y asilo en Euskadi”, sobe su actividad investigadora, que aporta reflexiones acerca del fenómeno migratorio, a través de veinte visiones de profesionales con diferentes enfoques.

En la apertura de la jornada de presentación del libro han participado la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico de Gobierno Vasco, Nerea Melgosa, y la directora de Ikuspegi, Julia Shershneva.

Melgosa ha incidido en la necesidad de “seguir apostando por una Euskadi más diversa, más plural. Una Euskadi en la que instituciones y Tercer Sector Social vayan de la mano”.

La labor de Ikuspegi

Según ha destacado Shershneva, “es de suma importancia sistematizar el conocimiento acerca del fenómeno migratorio y ofrecer espacios de reflexión en los que podamos aportar desde diferentes campos y miradas”.

Presentación del informe correspondiente a 2009 del Observatorio Vasco de Inmigación-Ikuspegi. EFE/Luis Tejido

El libro describe el comienzo de la llegada a Euskadi de personas de origen extranjero en 2004, los tiempos de consolidación de los flujos migratorios en 2010 y la crisis económica en 2013.

Cuando Ikuspegi publicó su primer anuario sobre la inmigración, «la sociedad vasca se encontraba ante un fenómeno incipiente que empezaba a tomar fuerza».

Seis años después, en 2010, «el porcentaje de la población de origen extranjero se había duplicado y los orígenes de procedencia se habían diversificado», ha afirmado.

Cae la llegada de migrantes en 2013

«El escenario cambió radicalmente en 2013», con la crisis económica que, por un lado, socavó la integración laboral y social de muchas personas de origen extranjero al «destruir muchos empleos y con ello muchos proyectos vitales».

«Al mismo tiempo, llegó a detener los flujos migratorios a Euskadi, al estar estos estrechamente relacionados con las oportunidades laborales», ha reflexionado.

De hecho, «en 2014, por primera vez desde que Euskadi hubiera pasado a ser receptora de inmigración extranjera, se registraron saldos migratorios negativos», ha relatado.

Shershneva ha añadido que diez años más tarde, «al coincidir con un crecimiento economía intenso, Euskadi vuelve a recuperar el ritmo de la llegada de personas inmigrantes, volviendo a los valores pre-crisis».

«Estamos ante otro hito en la historia de las migraciones en el País Vasco, en el que es de gran importancia mirar hacia atrás» aunque también «analizar el presente y, tal vez, hacer alguna conjetura acerca del futuro»