Vitoria (EFE).- Las calles de Euskadi se llenan este fin de semana de color, música y desenfado que llega de la mano del Carnaval a todos los rincones de la comunidad autónoma. Los actos más relevantes se ubican en las tres capitales con el permiso de la localidad guipuzcoana de Tolosa, que vivirá este domingo su punto culminante.
En Vitoria, la fiesta del fin de semana comenzó como siempre el sábado con el Pasacalles de los Pintores, acompañados por compañías de teatro y fanfarres.
En esta cita anual los participantes cantaron las coplillas tradicionales mientras El Caminante se volvió a vestir con atuendos de pintor.
El primer desfile de comparsas de Carnaval se hizo el sábado por la tarde. A pesar de que el Ayuntamiento ha limitado el número de asistentes por motivos de seguridad y ruido salieron a la calle más de 7.000 vitorianos y vitorianas. A buen seguro aprovecharon por la noche las actuaciones de DJs, verbenas y txarangas que animaron las calles.
El domingo el desfile se repite y ya el martes se cerrará el programa festivo con el acto del cortejo fúnebre y quema de la sardina que pondrán fin a esta edición de los Carnavales.
Diversidad de fechas en Bizkaia
En Bizkaia, los carnavales se celebran en fechas diferentes y, así, los más animados pueden disfrutar de dos semanas festivas y hasta repetir disfraz.
Bilbao empezó con la diversión el jueves con más de 50 actividades que se prolongará hasta el martes. Otros municipios vizcaínos retrasan su programa carnavalero al próximo fin de semana, como Santurtzi, Sestao y Algorta, en Getxo.
De esa manera, el viernes por la mañana se celebró el desfile de casi 2.000 escolares bilbaínos que llenaron de color y risas el centro de la ciudad y después disfrutaron de una gran chocolatada.

Después se practicó la detención, el juicio sumarísimo y escarnio a dos emblemáticos personajes de la Villa: Farolín, el más fanfarrón y arrogante, y Zarambolas. Representa la buena vida y el ‘carpe diem’, este año encarnados en la bertsolari Oihana Bartra y el actor y cineasta Josu Cámara, respectivamente.
El ‘Gran sábado de Carnaval’ bilbaíno paseó al gargantúa, además de los gigantes y cabezudos al mediodía. Por la tarde le tocó el desfile de disfraces con posterior reparto de premios para los más ocurrentes.
Por la noche hubo concierto de Mikosis, banda ganadora del premio de la Aste Nagusia, y la erromería con Nonbait.
Los actos festivos continuarán pero la alegría se transformará en lloros con el fin de fiesta del martes 4. Ese día habrá muchas plañideras en el espectáculo del tradicional entierro de la sardina, entre la plaza Nueva y la plaza del Arriaga.
Comparsas en San Sebastián
En San Sebastián, unas 4.000 personas participan en las 26 comparsas y asociaciones que desfilan y protagonizan las numerosas actividades festivas de estos Carnavales. En el caso de la capital donostiarra, se prolongarán durante quince días.
Las comparsas volverán a ser, sin duda, las grandes protagonistas estos días después de que este viernes desvelaran sus disfraces en la tradicional presentación que tuvo lugar en Illunbe. En ella los personajes más tradicionales compitieron con diseños coloristas inspirados en «juegos de mesa» o «bosques encantados».
Este desfile multitudinario, que recorre las calles del centro de la ciudad tanto el sábado como el domingo, se repetirá, de nuevo, el día 8 de marzo en Riberas de Loiola; el día 9 en Altza y el 15 en Bidebieta. Con ello se alargará el carnaval donostiarra durante dos semanas.
El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, traspasa estos días los poderes de la ciudad al dios Momo, quien reinará durante el Carnaval en una ciudad tomada por una fiesta que se extiende además por todo el territorio.
En Gipuzkoa, el carnaval por antonomasia es el de Tolosa, el único que no fue prohibido durante el franquismo.
Arrancó el jueves con el lanzamiento del chupinazo y vivirá este domingo su punto culminante con calles desbordadas y gran expectación ante unos disfraces que, todos los años, hacen alarde de ingenio y, sobre todo, de gran sentido del humor. EFE