Bilbao (EFE).- La tasa de actividad de personas con discapacidad en Euskadi es del 45,7%, 10 puntos más de la media estatal, y los Centros Especiales de Empleo tienen como reto incrementar la plantilla de personas con mayores necesidades de apoyo con enfermedad mental o más grado de discapacidad.
En el acto presentación del balance EHLABE, la asociación de entidades de trabajo protegido de Euskadi, el vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, ha destacado esa cifra récord en el empleo de personas con discapacidad.

El año pasado las quince organizaciones vascas de iniciativa social dieron empleo a un total de 8.716 personas, un 1% más que en 2023.
De esa plantilla, que en un 80 % tiene contratos indefinidos, 5.615 personas eran hombres y 3.101 mujeres.
«Aún persiste la doble discriminación histórica de ellas como mujeres y como personas con discapacidad y socialmente se da menos valor a su trabajo», ha explicado el director de EHLABE, Pablo Moratalla.
Los trabajadores con enfermedad mental, discapacidad intelectual o física y sensorial de más del 65%, que requieren mayores necesidades de apoyo han crecido hasta alcanzar el 60% de la plantilla, 5.230 personas.
Aumento de la enfermedad mental
En los últimos años, estas entidades han registrado un incremento de personas con enfermedad mental, que son ya el 26 % de quienes necesitan más apoyo.
Han relacionado ese aumento con los problemas psicológicos que afloraron en la pandemia y con el aumento del consumo de drogas entre jóvenes.
Envejecimiento de la plantilla
Por edades, la franja que agrupa a más personas de esos centros es la de mayores de 45 años (6.151), razón por la que EHLABE reflexiona cómo abordar el envejecimiento de la plantilla y estudia la manera de que puedan seguir manteniendo su empleo.
El objetivo de esos centros es ofrecer el transito a empresas del entorno y 232 personas con discapacidad dieron el salto al empleo ordinario en 2024, dos más que el anterior. De ellas, 200 pertenecían al grupo con mayor necesidad de apoyo.
Sin embargo, ese cambio a veces no es posible aunque la persona trabajadora lo desee.
«Lamentablemente el mercado laboral aún no está preparado para asumir el transito de todas esas 8.716 personas de la plantilla de los centros especiales de empleo a puestos de empleo ordinarios», ha lamentado Moratalla.
Valor social
Los centros EHLABE facturaron el año pasado 408,5 millones (285 millones en el sector industrial y 123,5 en el de servicios) y generaron 8,64 euros por cada euro recibido de subvención, han calculado.
Dentro de este «modelo vasco de inclusión sociolaboral», Lanbide ha aumentado hasta los 71,7 millones las ayudas destinadas al mantenimiento de puesto de trabajo en los Centros Especiales de Empleo. EFE