Oviedo (EFE).- El ex líder de Foro, exvicepresidente del Gobierno y expresidente del Principado, Francisco Álvarez Cascos, ha negado este jueves que la oficina que su partido tuvo alquilada en un centro de negocios del Paseo de la Castellana de Madrid a una empresa de su tercera exmujer, María Porto, obedeciese a que pasara por un momento de dificultades económicas.
«Yo no tenía problemas económicos, estaba dedicado en exclusiva a Foro y tenía el nivel de retribución que me mantenía el partido; lo que no tenía Foro era una sede de prestigio en Madrid», ha afirmado al ser preguntado por los más de 173.000 euros que se dedicaron entre 2012 y 2014 al pago de ese alquiler.
Álvarez-Cascos ha continuado este jueves la declaración que inició el martes ante el tribunal que le juzga en la Audiencia Provincial de Oviedo como presunto autor de un delito continuado de apropiación indebida ya que, según mantiene el fiscal, utilizó para gastos propios 181.648 euros de Foro, el partido creado en torno a su figura en 2011 tras su marcha del PP y con el que accedió a la presidencia de Asturias en julio de ese mismo año.
Buena parte del interrogatorio se ha centrado en esa oficina de la torre Azca que, según la fiscalía y la acusación particular, era una «sede ficticia» que no era utilizada, que fue alquilada a la empresa Cinqualium y en la que Álvarez-Cascos, ingeniero de formación, había tenido su despacho profesional en 2007.
Entre numerosas llamadas al orden por parte del presidente del tribunal al acusado -«se está alargando innecesariamente»- como a los abogados de la defensa y la acusación -«a este ritmo llegamos a Semana Santa», Álvarez-Cascos ha asegurado que en 2011 cedió su despacho desinteresadamente a Foro y que a finales de 2012 sí se formalizó un contrato, que se mantuvo hasta 2014 y que cesó tras los malos resultados obtenidos por la formación en las elecciones europeas de ese año, «una experiencia fallida».
El exministro de Fomento ha negado que fuese una sede ficticia y ha asegurado que era usada por el entonces senador de Foro, Isidro Martínez Oblanca, que el exdiputado Enrique Álvarez Sostres, con el que mantiene «una relación de enemistad desde 2015», también supo de su existencia, y que en ocasiones él mismo la utilizaba, cuando se encontraba en Madrid.
«En Madrid había una sede real y la ocupaba Oblanca, y el traslado fue muy voluminoso cuando se llevó todo a las sedes de Gijón y Oviedo», ha afirmado Álvarez-Cascos, quien ha asegurado que no tenía ninguna necesidad de pedir favores con esos locales, que el precio no se negoció porque el alquiler se fijaba por un sistema de tarifas similar a otros del mismo edificio, y que del proceso se dio cuenta a la comisión directiva de Foro.
Ni tarjeta black ni firma bancaria
El expresidente de Foro, para el que piden tres años y medio de prisión por un delito de apropiación indebida, ha asegurado que el control interno de las cuentas las realizaba una auditora que tenía «autonomía dentro de sus competencias» y ha negado que se concediese a sí mismo un crédito ya que, según ha afirmado, fue «la comisión directiva de Foro la que no tuvo ningún inconveniente» en dárselo.
A preguntas de su abogado defensor, ha insistido en que él solo pasaba tiques de los gastos que tenía, que le reembolsaban «normalmente en efectivo», que no anotaba a cuánto ascendía lo que gastaba ni lo que le reintegraban y que nunca tuvo tarjetas ‘black’ ni firma reconocida en ningún banco.
«No hay dinero opaco ni contabilidad B», ha subrayado el expresidente, para quien el sistema de tesorería establecido en Foro funcionó bien, con unos soportes contables en los que «no se dejó de informar nunca sobre ingresos, gastos, alquileres o retribuciones».
Vivir del sueldo
«No tenía ninguna otra actividad que la dedicación plena a la política, sin descansos, sin vacaciones, sin horas en blanco y no dejaba de trabajar estuviera donde estuviera, con mis hijos o viajando. Yo trabajaba 24 horas al día», ha afirmado al ser preguntado por su abogado por si vivía de su sueldo.
En ese contexto ha afirmado que los cinco primeros meses de 2011, al asumir el liderazgo de Foro, solo cobró 25.000 euros, que le pagaron en concepto de mítines, porque había dejado su actividad como ingeniero y de eso vivía su familia.
Según Álvarez-Cascos, entre 2011 y 2019 no tuvo otros ingresos que los de Foro, salvo durante los once meses que presidió el Principado de Asturias, y en ese periodo nunca hubo salvedades a los gastos que pasó y que luego fueron objeto de una auditoría por parte de la actual presidenta del partido y alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, con quien tiene «una relación de enemistad desde 2019 porque filtró datos» suyos. EFE