Oviedo (EFE).- El consejo de istración de Duro Felguera tiene previsto reunirse mañana, miércoles, para analizar la situación en la que se encuentra el grupo de ingeniería y de bienes de equipo, que hace dos meses presentó preconcurso de acreedores, han confirmado a EFE fuentes empresariales.
Duro Felguera decidió iniciar negociaciones con sus acreedores con el fin de aprobar un plan de reestructuración que permita su «viabilidad futura y la conservación del mayor número de puestos de trabajo posible», según explicó entonces la compañía, que cuenta con cerca de 1.500 trabajadores.
Tras adoptar esa decisión, la dirección de la empresa se dirigió a la plantilla mediante una comunicación en la que trasladó que su decisión busca «construir un nuevo futuro para Duro Felguera», después de que «algunos proyectos deficitarios», como el de Djelfa en Argelia, hayan «arrastrado a la compañía a una situación difícil».
Según expuso, el objetivo debía pasar por elaborar un plan de reestructuración y conseguir los apoyos necesarios para su aprobación con el objetivo de contar con «una estructura de compañía viable, que proteja los intereses de Duro Felguera y de sus empleados» con el apoyo de sus acreedores.
Duro Felguera está controlada por los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil, que hace un año se hicieron con el 54,66 % de la sociedad tras las operaciones de capital acometidas para darles entrada como socios industriales.
La captación de socios industriales fue una de las condiciones impuestas a Duro Felguera para recibir la ayuda pública de 120 millones de euros que obtuvo a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE) de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y que está pendiente de devolución.
Reclamación por Argelia
La situación de Duro Felguera se vio agravada después de que la compañía energética argelina Sonelgaz Production d’Electricité (SPE) solicitara en noviembre de 2024 un arbitraje por un contrato en el que reclama a la multinacional española una indemnización de 413 millones de euros por la suspensión de los trabajos del proyecto de la central térmica de ciclo combinado de Djelfa, en Argelia.
Tras ello, Duro Felguera anunció la dotación de una provisión de unos cien millones de euros, lo que le obligó a reexpresar las cuentas anuales de los ejercicios 2022 y 2023, y a reformular los estados financieros del primer semestre de 2024.
Una vez contabilizado el impacto, Duro Felguera registró entre enero y junio de 2024 unas pérdidas de 52,4 millones de euros, frente a los 26,3 millones que había comunicado inicialmente en octubre de ese año.