Oviedo (EFE).- El Gobierno de Asturias considera que la oferta pública de adquisición (OPA) planteada por parte del BBVA sobre el Banco Sabadell-Herrero «no debería salir adelante en los términos en los que está planteada» ya que supondría un «exceso de concentración bancaria» en la comunidad que podría suponer riesgos en materia de competencia, especialmente para pymes y particulares.
También porque pondría en peligro el empleo en el sector, deterioraría la calidad del servicio que se presta a la ciudadanía y ampliaría el riesgo de exclusión financiera, especialmente en el medio rural, ha señalado el portavoz del Ejecutivo asturiano, Guillermo Peláez, al término de la reunión semanal del Ejecutivo autonómico.
Asturias sería, tras Cataluña y la Comunidad Valenciana, la tercera comunidad en la que más se dejaría notar esta operación ya que entre las dos entidades suman el 25 por ciento de las oficinas bancarias de la comunidad y el 30 por ciento del empleo: el Sabadell cuenta con 75 sucursales y 400 empleados, y el BBVA, con 46 y una plantilla de 290 trabajadores.
En su opinión, esta OPA no se puede analizar solo desde el punto de vista bursátil o de la competencia, también hay que tener en cuenta su «impacto social y territorial» en el Principado, y más si se tiene en cuenta que no es una operación que vaya a dotar de más estabilidad al sistema bancario, puesto que son dos entidades sistémicas y perfectamente viables, tanto juntas como en solitario.
«Es una operación estrictamente empresarial que entraña graves riesgos para el interés general del Principado tal y como está concebida» por lo que, «si el Gobierno asturiano fuese el competente no saldría adelante», ha subrayado el portavoz del Ejecutivo autonómico y consejero de Hacienda.
Consecuencias concretas y tangibles
Así, ha advertido de que, aunque son entidades privadas, no se pueden obviar las consecuencias «concretas y tangibles» para el territorio asturiano en el que la absorción «puede tener serias consecuencias negativas tanto para la actividad económica en Asturias como para el mantenimiento del empleo» .
Peláez ha incidido en que la operación proyectada perjudicaría el interés general ya que «“es evidente que una mayor concentración de sucursales implicaría un riesgo para el empleo del sector y deterioraría la calidad del servicio a la población”.
Según datos del Banco de España, en 2008 había en Asturias 966 oficinas bancarias, una cifra que se redujo hasta las 455 en 2023 y que aún retrocedería más con esta OPA.
Además de la reducción del número de oficinas, la concentración bancaria provocaría una disminución del número de cajeros y de la atención personalizada a la clientela, con lo que aumentaría el riesgo de exclusión financiera, especialmente en el medio rural, donde hay menor población y más envejecida, lo que dificulta el a unos servicios bancarios cada vez más digitalizados, ha añadido el Gobierno del Principado.
Fuerte arraigo
Peláez ha incidido también en que hay que tener en cuenta el «profundo arraigo e implantación» que tiene en Asturias el Sabadell desde la adquisición del Banco Herrero, marca con la que sigue operando en esta comunidad (Sabadell-Herrero).
«Ese arraigo permite que el Gobierno del Principado mantenga un diálogo fluido con esta entidad financiera, que mantiene su compromiso con el territorio», ha afirmado el consejero asturiano, antes de recordar que también mantiene su obra social en Asturias y participa en «instrumentos estratégicos» de la comunidad, como la Sociedad Regional de Promoción o la sociedad de garantía Asturgar.
Todas estas consideraciones quedarán recogidas en una carta que enviaría próximamente al ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en nombre del Gobierno de Asturias. EFE