Una mujer hace footing. EFE/CJ Gunther

España, uno de los pocos países del mundo que cuenta con políticas clave enfocadas a afrontar el aumento del sobrepeso y la obesidad

Madrid (EFE).- España es uno de los pocos países del mundo que cuenta con políticas clave enfocadas a afrontar el aumento del sobrepeso y la obesidad, según la Federación Mundial de la Obesidad, que ha mejorado las proyecciones para nuestro país en 2030, cuando calcula que casi 19 millones de adultos tendrán sobrepeso y 5,3 millones obesidad.

Con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que este año se celebra bajo el lema ‘Changing systems, Healthier lives’ (Cambiar los sistemas para vidas más saludables), la Federación Mundial de la Obesidad (WOF, por sus sigas en inglés) ha actualizado su Atlas de la Obesidad 2025, en el que concluye que dos tercios de los países no tienen las políticas necesarias para afrontar el reto de la obesidad en los próximos años.

España, sin embargo, está dentro del tercio que sí tiene: ha implementado políticas públicas como planes nacionales para el tratamiento del sobrepeso, las enfermedades transmisibles derivadas o encuestas de prevalencia en los últimos años.

Sin impuestos a las bebidas azucaradas

Faltaría aún incorporar el aumento de la fiscalidad de las bebidas azucaradas en un país donde el consumo semanal por persona oscila entre medio y un litro y que sí tiene, por ejemplo, Francia.

Las gráficas muestran una proyección a la baja en cinco años y dibujan unas tasas inferiores a las de otras encuestas con las que se viene midiendo este problema, como el estudio ENE-covid, que calcula que el 55,8 % de los adultos tiene sobrepeso y un 18,7 %, obesidad.

Pese a ello, aunque la proyección de la WOF sugiere por primera vez un decrecimiento en algunos grupos tras décadas de aumento continuo, la directora de Ciencia de la WOF, Rachel Jackson, precisa a EFE que este decrecimiento no se puede atribuir a políticas concretas y que se trata de estimaciones, no datos de encuestas.

Por ello, y para una mayor certeza, es necesario seguir realizando encuestas nacionales a gran escala con mediciones con las que garantizar que no se trata de una anomalía en los datos; además, en adultos, gran parte de los datos se basan en la autodeclaración de peso y estatura, por lo que casi siempre lleva a una subestimación de la prevalencia.

El IMC

El atlas emplea el Índice de Masa Corporal (IMC), el indicador de obesidad tradicional y mayoritario aunque cada vez más cuestionado por expertos de este ámbito a nivel internacional, que abogan por utilizar otros como el perímetro abdominal y el porcentaje de grasa visceral para medir las complicaciones derivadas.

Bajo esta premisa, calcula que en España, el 50 % de los adultos tienen un IMC elevado y un 15 % de obesidad; para 2030, estima que 18,75 millones de adultos tendrán sobrepeso y 5,3 millones, obesidad, lo que extrapolado a la población actual mayor de 18 años, que supera los 41 millones, arrojaría unas tasas de 45,67 % y 13 %, respectivamente.

Países como Francia presentan un 45 % de sobrepeso y un 16 % de obesidad, y Reino Unido, el 63 % y el 28 %, respectivamente; en otros con dieta mediterránea como Italia, la tasa de sobrepeso es del 53 % y la de obesidad del 20 %, y en Grecia son del 62 % y el 27 %.

Dos personas consumen refrescos
Dos personas consumen refrescos. EFE/ Mario Guzmán

Hacia un abordaje multidisciplinar

En este Día Mundial de la Obesidad, los expertos han querido insistir en la necesidad de abandonar discursos simplistas que la reducen a una mala alimentación y falta de ejercicio y empezar a abordarla como una enfermedad crónica y multifactorial que requiere de un abordaje multidisciplinar.

La obesidad es la mecha de otras 200 comorbilidades como diabetes o enfermedad cardiovascular y 12 tipos de cáncer, pero desde la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) han incidido en su inseparable relación con la salud mental; así, tener obesidad dispara un 30 % el riesgo de tener ansiedad y un 55 % de depresión.

Igualmente, afecta directamente al aparato digestivo, aumentando el riesgo de padecer distintas patologías como la enfermedad hepática metabólica, el reflujo gastroesofágico, litiasis biliar y distintos tipos de cáncer digestivo, entre otras, ha recordado la Fundación Española del Aparato Digestivo (Fead).

También la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) exige que deje de considerase como «un vicio» del que se culpa al paciente, para reconocerlo, «de una vez por todas», como una enfermedad crónica, compleja y recidivante; merece, añade, rutas asistenciales propias y un enfoque integral y personalizado, con dieta y ejercicio, una buena calidad del sueño, dejar el tabaco y el alcohol, cuidar de la salud mental y, según los casos, fármacos y cirugía bariátrica.

El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos se ha sumado publicando «La revolución terapéutica en torno a la obesidad» para fomentar un estilo de vida saludable y revertir la tendencia epidemiológica creciente de las últimas décadas, que constata que la obesidad se ha duplicado en adultos y cuadruplicado en niños desde la década de los 90.