Ávila (EFE).- La iglesia de San Andrés (s. XII), una de las principales joyas del románico abulense, ha sufrido a primera hora de la mañana de este domingo el derrumbe de una parte del muro norte, en una zona acotada para el público, sin que se hayan producido desgracias personales.
Se trata de un desprendimiento «de grandes dimensiones», según ha informado en nota de prensa el Obispado de la diócesis sobre este Bien de Interés Cultural (BIC), declarado Monumento Nacional en el año 1923, que se encuentra ubicado en la zona norte de la capital y pertenece a la parroquia de San Vicente.
El derrumbe ha tenido lugar en torno a las 6.00 de la mañana, y hasta la zona se ha trasladado el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera; la arqueóloga municipal, Rosa Ruiz Entrecanales; el párroco de San Vicente, Fernando Gutiérrez; el arquitecto de la diócesis, Luis Carlos García; la Policía Local y los bomberos, que han revisado la zona para «evitar posibles daños.
Según García, la zona afectada puede rondar los 80-90 metros cuadrados del muro norte de esta iglesia románica, y como medida de precaución se ha suprimido el culto mientras no se disponga de «todas las garantías de que no haya peligro alguno de nuevos derrumbes», pese a que el interior no se ha visto afectado.
El Obispado destaca el hecho de que «afortunadamente» el derrumbe se haya producido en una zona sin tránsito peatonal, acotada en su totalidad por una valla metálica y otros dos muros que tampoco se han visto afectados, debido a la distancia con esa parte del templo.
No obstante, la diócesis se muestra «profundamente apenada» por lo sucedido, teniendo en cuenta que afecta a «uno de los templos más antiguos y, más allá de su valor artístico, un activo importante para la vida de fe de la parroquia de San Vicente».
La humedad, causa más probable
El arquitecto de la diócesis cree muy probable que «en las próximas horas siga cayendo parte de dicho paño, que ha quedado notablemente abombado», y ha señalado que «la causa más posible» es «la humedad que fluye del suelo hacia el techo, y que ha ido lavando con el paso del tiempo el relleno de los muros».
Al respecto, añade que «estos muros tan antiguos se construían sin completar el espesor», ya que eran las dos franjas exteriores en las que está la cara labrada, que es vista de cara al templo y para la estética del edificio, y por dentro se hace un relleno de peor calidad porque no va labrado, sino que se ha realizado con argamasa y con relleno más pobre para unir todo el muro».
Por ello, en lugar de tener un muro de espesor completo, lo que existe es «una hoja exterior de menor dimensión», lo que provoca que «al recibir la carga, el muro se abra hacia afuera y haya caído».
Según Luis Carlos García, existen indicios de que este muro haya tenido alguna reconstrucción pasada, porque en las hiladas superiores hay mortero de cemento que antiguamente no se utilizaba.
Además, «se echan en falta las ripias de unión entre los muros, para que en caso de que se pierda la consolidación del mortero, vaya atando en diferentes franjas el muro».
Apuntalar y estudiar
A partir de ahora, los trabajos se centrarán en apuntalar desde el interior la cubierta para que sea «estable» y «no haya peligros de que se pueda caer».
Posteriormente, los técnicos analizarán las causas, pudiendo detectar si hay más partes del muro con riesgo de caída, al tiempo que analizan cómo ha afectado el derrumbe al resto del templo.
Una vez analizada la situación para evitar riesgos, se afianzarán los muros y se extraerán las piedras que se han caído, para poder iniciar una reconstrucción del templo, que «no será inmediata, puesto que llevará consigo varios trámites istrativos y patrimoniales por su condición de edificio de singular importancia, así como una indispensable colaboración entre instituciones».
Por ello, desde la diócesis se solicita «paciencia» a los abulenses puesto que «se tardará tiempo en ver recuperado San Andrés».EFE